Con motivo de la Jornada Mundial del Trabajo Decente, una fecha promovida por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y que se conmemora este #7Oct, organizaciones gremiales y sindicales alzaron la voz para condenar, una vez más, las condiciones laborales que persisten en el país.
Ana Rosario Contreras, presidenta Presidenta del Colegio de Enfermería del Distrito Capital y miembro de la Coordinadora Metropolitana de Trabajadores en Lucha, mencionó que en los hogares de cada trabajador venezolano «reina la miseria» debido a los 130 bolívares de sueldo que devengan mensualmente.
«No tenemos nada que celebrar. Hoy venimos, más bien, a alzar la voz por las circunstancias en las cuales se encuentran los trabajadores venezolanos. Nos encontramos en extrema pobreza. Hoy campea la miseria en los hogares, en los que día a día salimos a trabajar», lamentó Contreras desde la sede de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), ubicada en Caracas.

Ante esto, la sindicalista convocó para este sábado 11 de octubre a la clase trabajadora: organizaciones gremiales, sindicales y asociaciones de jubilados y pensionados, a un encuentro donde se establezca un plan de acción y acuerdos unitarios para que se defienda «la dignidad» del salario en la nación.
«El llamado es a las centrales, a la CTV, a los sindicatos, a las asociaciones federadas o no federadas, al sector universitario porque esta lucha no puede ser aislada, esta tiene que ser una lucha junta porque el salario nos está afectando tanto al sector público como al sector privado», dijo.
«Más allá de las ideologías o las diferencias que nos separan, hoy estamos llamados a organizarnos de manera unitaria para poder exigir al Estado Patrono que dignifique el salario de los trabajadores venezolanos que está congelado desde marzo del 2022 y que hoy nos mantienen con unos bonos que ya la inflación galopante, que está afectando al país, se lo lleva», añadió.

Ana Rosario Contreras recordó que la OIT establece que un «trabajo decente» está basado en salarios «justos», condiciones y garantías laborales, además de estabilidad y seguridad para todo empleado.
«Hoy la respuesta es que no tenemos trabajo decente», destacó. Sin embargo reconoció el trabajo y la participación en espacios de diálogo que, hasta la fecha, ha realizado las centrales trabajadoras en pro de la mejora del salario pese a no obtener respuesta del Estado.
«No ha habido una respuesta. Más bien, se ha profundizado la precarización del salario», deploró Contreras al mismo tiempo que resaltó que en sectores medulares como la salud, educación, servicios básicos existe un «movimiento migratorio expansivo».







