La vicepresidenta ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez, presentó este lunes un informe oficial en el que negó que el país sea un territorio relevante en el tráfico internacional de drogas y advirtió que las acusaciones de narcoterrorismo buscan justificar una posible intervención armada contra la nación sudamericana para apropiarse de sus recursos naturales.
Rodríguez afirmó que desde 1999 hasta 2025, los informes anuales de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) no incluyen a Venezuela como país productor ni como ruta principal en el comercio ilícito de estupefacientes. “Durante 27 años seguidos, Venezuela no aparece como un país de relevancia en materia de drogas ilícitas, de estupefacientes ni de narcóticos”, sostuvo en un encuentro con medios nacionales e internacionales.
La funcionaria precisó que, según datos de organismos internacionales, solo un 5% de la cocaína producida en Suramérica intenta cruzar territorio venezolano y, de esa cantidad, las autoridades locales han incautado alrededor del 70%. En contraste, apuntó que Colombia, con un 61% de la producción mundial, es el mayor productor de cocaína, seguido por Perú y Bolivia.
Críticas a Estados Unidos
Rodríguez acusó a Estados Unidos de manipular el tema del narcotráfico con fines geopolíticos y denunció la presencia de barcos estadounidenses frente a las costas venezolanas como parte de un plan de presión militar. “Pretenden violentar la soberanía de nuestro país y establecer una agresión armada contra el pueblo venezolano”, señaló.
Asimismo, la vicepresidenta indicó que la mayor parte de las ganancias del narcotráfico, hasta un 85%, según cifras de la ONU, se concentra en el sistema financiero estadounidense. “El problema no está en Venezuela, sino en cómo las drogas son distribuidas y el dinero es lavado dentro de Estados Unidos”, agregó.
Rodríguez también recordó que el consumo de drogas en territorio norteamericano constituye un grave problema de salud pública, especialmente con el incremento de sobredosis por fentanilo y metanfetaminas.
Política antidrogas venezolana
La vicepresidenta resaltó que Venezuela ha reforzado su estrategia contra el narcotráfico tras la expulsión de la DEA en 2005. Según sus datos, el país ha incrementado el número de incautaciones y operaciones conjuntas con fuerzas de seguridad, lo que demostraría, dijo, una mayor efectividad sin la presencia de agencias extranjeras.
“Venezuela no produce drogas ilícitas ni es una ruta principal para su exportación. Lo que hacemos es defender nuestro territorio de las presiones de los países productores”, enfatizó.
En ese sentido, la funcionaria destacó que «sería mucho más fácil para Estados Unidos combatir y perseguir el lavado del dinero en los Estados Unidos que estar mandando barcos para agredir a una nación de paz, a un pueblo de paz como es Venezuela. Salvo que sus intenciones sean otras que no sea combatir el tráfico ilícito de droga», se preguntó.
Finalmente, Rodríguez insistió en que la lucha contra el narcotráfico debe enmarcarse en convenios internacionales como la Convención de Viena de 1988 y nunca bajo un enfoque militar. “El narcotráfico es un delito común que debe ser abordado por la vía policial y judicial, no con despliegues bélicos que buscan disfrazar intenciones de intervención”, concluyó.






