En una noche electrizante en el estadio Arthur Ashe, el español Carlos Alcaraz se impuso con autoridad al serbio Novak Djokovic por 6-4, 7-6 (4) y 6-2, asegurando su pase a la final del Abierto de Estados Unidos y reafirmando su estatus como uno de los grandes protagonistas del tenis mundial.
El duelo, anunciado como el más esperado del torneo, enfrentó al joven murciano de 22 años contra el veterano campeón de 24 Grand Slams, en lo que fue su noveno enfrentamiento oficial. Alcaraz, que no ha cedido un solo set en todo el torneo, mostró una intensidad arrolladora desde el primer punto, quebrando el servicio de Djokovic en el juego inicial y marcando el ritmo del partido.
Djokovic, de 38 años, intentó reaccionar en el segundo set, llegando a liderar 3-0, pero Alcaraz recuperó terreno y se impuso en el tiebreak. En el tercer parcial, el español mantuvo su dominio, aprovechando el desgaste físico del serbio y cerrando el encuentro en dos horas y 23 minutos.
“Hoy no fue mi mejor nivel del torneo, pero mantuve uno bueno desde el principio hasta el último punto”, declaró Alcaraz tras el partido. “Era muy importante mantenerme presente”.
Con esta victoria, Alcaraz se convierte en el primer jugador desde Djokovic en 2015 en alcanzar más de 60 triunfos en una temporada antes del final del US Open. Además, se posiciona para recuperar el número uno del ranking ATP si logra conquistar su segundo título en Flushing Meadows este domingo.
En la final, se enfrentará al ganador del duelo entre el italiano Jannik Sinner, vigente campeón, y el canadiense Felix Auger-Aliassime. Si Sinner avanza, ambos protagonizarán su tercera final de Grand Slam en la misma temporada, un hito inédito en la era Abierta.
Este triunfo no solo representa una revancha para Alcaraz, quien había caído ante Djokovic en el Abierto de Australia y en los Juegos Olímpicos de París, sino también una consolidación de su lugar en la élite del tenis contemporáneo.






