Quien solo se quede en la entrada del Palacio de las Academias creerá que el tiempo se detuvo entre las plantas de su patio central y los bustos que retratan lo mejor del pensamiento venezolano. Pero el que dé los pasos necesarios para dejar atrás la puerta de madera y la reja tejida se encontrará con una actividad intelectual permanente: la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales (Acfiman) es muestra de ello con sus reuniones, presentaciones y discusiones.

La doctora Liliana López habla suavecito y parece no alterarse con nada. Como presidenta de la Acfiman, López defiende la ciencia a capa y espada como mejor saben hacerlo los científicos: con palabra y obra. ¿Hay interés en la ciencia venezolana y sus científicos? «Sí lo hay. Sabe que somos personas que el país necesita, pero muchas veces, y lo digo por mi profesión, piensa ‘sí saben mucho’ y ‘van enseñando a mi hijo’. Nos ven como los maestros que enseñan a los hijos».
-¿Cómo deberían verlos?
-Como las personas que podemos apoyar, a corto, mediano y largo plazo, a solucionar problemas en el país. Sin ciencia un país no puede tener desarrollo. Necesitas la ciencia básica para desarrollar y aplicarla. Lo veo muy claro en mi área de investigación, que es petróleo. Trabajo en petróleo, no en yacimientos, sino en las moléculas que constituyen el petróleo. Es un conocimiento básico que tiene aplicaciones para, incluso, determinar la calidad de los crudos en los yacimientos. Muchas veces las personas nos ven «ahí están los científicos, están en las universidades, están en los centros de investigación, forman nuevas generaciones», pero no están claros en que un país que no tiene investigadores y que no desarrolla la ciencia no puede desarrollarse como país independiente. Ese mensaje no llega.
Y parece que no llegó antes, en la llamada «Cuarta», ni ahora, en la «Quinta». Tampoco parece haber estado claro el vínculo entre ciencia, científicos e industrias. «En otros países muchos de los proyectos de las universidades los financian las industrias porque saben que a la larga eso les va a traer beneficios».

-¿Por qué no ha sido posible en Venezuela?
-Las mismas universidades no buscaban financiamiento porque pensaban que el Estado tenía que darles todo el financiamiento, cosa que nunca ocurrió, porque eso no es de ahora; solo que antes tenías un sueldo que no era tampoco un buen sueldo, pero el poder adquisitivo era otro y el sueldo alcanzaba. Cuando te dicen el sueldo de ahora, menos de ocho dólares, te están diciendo que hay una situación económica diferente. Pero las universidades tenían las instituciones que financiaban los proyectos, como el Conicit, los CDCH de las universidades, y todo lo que querías hacer, si tenías tus proyectos, lo hacías.
López recuerda la iniciativa de la Ley Orgánica de Ciencia y Tecnología, a la que «le cortaron la cabeza» pero debería ser retomada. «Sí funcionaría», sostiene.
La @acfimanve promueve la Red de Jóvenes Investigadores para que los jóvenes que trabajan en ciencia, dentro o fuera del país, puedan colaborar y apoyarse, explica la presidenta del organismo, @lililopezucv https://t.co/lPIZgrlvtx pic.twitter.com/aM18edv4Vi
— contrapunto.com (@contrapuntovzla) August 18, 2025
La migración masiva de venezolanas y venezolanos es una realidad en todos los campos, y también, en el de la ciencia. ¿Hay gente interesada en tomar el testigo? «Sí los hay, y el trabajo es que hay que formarlos. Es la palabra relevo, que para mí no es ‘te dejo porque yo me voy’, sino poder ayudarte en tu formación para que tomes tu camino, porque tampoco vas a hacer el mismo camino que yo hice». Ese personal de relevo, desde el punto de vista de las personas que a futuro van a formar el país, lo perdimos. Ahora, con otra situación que tenemos, y mucha gente que ya no se está yendo y que tiene interés en quedarse, entramos nosotros con nuestros años de experiencia. Somos orientadores, podemos ser los mentores de esos jóvenes», responde.
-¿Lo están haciendo?
-Yo lo estoy haciendo en la universidad. ¿Quieren aprender a hacer esto? Vámonos para el laboratorio.
-Pero necesitamos más gente que estudie ciencia.
-Claro. Ves gente que estudia ciencia, pero no todo el porcentaje de jóvenes que entra a una facultad de ciencia se dedica a la ciencia. Eso es otra cosa. Y la facultad de ciencia tiene un número bajo de estudiantes en este momento, pero no es solo la facultad de ciencias: es que la mayoría de las facultades tienen un número bajo de estudiantes.

-¿En qué áreas se debe fortalecer la formación?
-No tenemos físicos. Geoquímicos, que es lo que yo soy, muchísimo menos. Matemáticos, biólogos… Realmente en todas las áreas: física, química, matemática, biología. Y nos hacen falta. Pero también nos hacen falta en humanidades las personas que investiguen. Hacen falta médicos dedicados a la investigación.
-Espantamos a los estudiantes cuando les enseñamos ciencia. ¿Cómo se cambia eso?
-Si tienes un maestro al que no les fácil entender científicamente lo que está explicando, hay dos posibilidades: que no lo explique, o que les demuestre a los estudiantes que eso es tan difícil que nadie lo puede hacer. La única manera de mejorar eso es formándolos. Hay aspectos de la química que te decían «es muy difícil», -y no es muy difícil: lo importante es aprender a explicar. Cuando eres docente, estás entendiendo para explicarles a otras personas; tu entendimiento debe ser mucho mayor, y es llevar a otras ideas que puedan conectarse. En primaria, cuando se comienza a impartir ciencia, no hay formación de los maestros para que puedan hacerlo. Y a ese nivel la ciencia debe ser algo divertido.
-¿Cómo?
-Claro que sí. Puedes explicar el nacimiento de una planta, la importancia del suelo, la molécula del agua y el ciclo del agua de manera de que el estudiante lo vea divertido. Cuando estudiaba química en la UCV, nos ponían una ecuación matemática, y veías aquel poco de números, y resulta que había otras maneras de explicarlo. Es lo mismo.
-¿Hay políticas públicas claras para la ciencia?
-Lo están intentando. Nosotros hemos estado con el Ministerio de Educación, como parte de nuestros objetivos, para contribuir con la enseñanza de la ciencia. Hemos tenido reuniones con viceministros tanto en la Academia como en el Ministerio. Estamos dispuestos a ayudar en todo lo que está planteado, porque eso está en nuestras atribuciones.
La sociedad venezolana no parece estar involucrada con sus científicos aunque la ciencia está vinculada con la vida cotidiana de la gente, señala @lililopezucv, presidenta de la @acfimanve https://t.co/lPIZgrkXDZ pic.twitter.com/9EgAbMOB9c
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-¿Qué debe hacerse para que los científicos se sientan incorporados?
-Tiene que haber un científico sentado. Si estás en la industria eléctrica necesitas tener personas que vean más allá del cableado, que puedan analizar factores, ver las fuentes de energía.
-¿En todas las empresas públicas o privadas debe estar sentado un científico?
-Sí. Estoy segura de que si vas a las empresas de alimentos, lo tienen. Igual en la industria petrolera. Si vas a construir un hospital, ya va, ¿dónde está el médico que vea? Vamos a trabajar en función de tales enfermedades. No puedes planificar hospitales para un país en una reunión en la que estás excluyendo a los médicos y a las médicas que saben la necesidades de salud del venezolano. Creo que los científicos deberíamos estar en todas las instituciones; los científicos no somos exclusivos de los centros de investigación ni de las universidades.

La Acfiman desarrolla, entre otras iniciativas, el Programa de Mujeres en Ciencia, para resaltar el rol de las venezolanas en la actividad científica. Hoy, el énfasis se pone en incentivar la ciencia en las niñas, porque ha disminuido la presencia femenina en este mundo y en otros: «El problema es que las niñas no están estudiando. Eso es algo que a alguna gente no le gusta escuchar. Por la misma situación están llevando muy pocas niñas a estudiar». López refiere que el reto «no es solo que estudien ciencia, sino que estudien cualquier carrera que quieran estudiar».
-¿Qué cambia cuando son mujeres haciendo ciencia?
-Te podría decir que el orden, la forma de hacer las cosas. Pero creo que no hay diferencia entre el aporte de una mujer y el de hombre; eso depende de tu competencia y tu capacidad. Lo importante es que haya tanto hombres como mujeres. No es que las mujeres somos más inteligentes que los hombres. Es cierto que tenemos otras habilidades, que somos más ordenadas, más sistemáticas y organizamos las cosas de otra manera. Pero la idea es que nuestro mundo sea un mundo en el que tanto mujeres como hombres puedan ser capaces de desarrollarse en cualquier actividad. Eso lo estamos perdiendo, y es un reflejo de la situación socioeconómica. Nosotros retrocedimos en ese sentido. Yo escuché decir a alguien que tenía que sacar a la niña de la escuela, porque si se iba a pagar escuela, solo se le pagaría al varón. Eso pasaba cuando nuestras abuelas eran niñas. Las mujeres dejaron de pensar así, pero tenemos la situación económica, porque no es solo estudiar, son los cuadernos, la comida






