«La lucha sin violencia, constitucional, legal y pacífica nos va a permitir en el futuro que entiendan los gobernantes de turno que tienen que conversar con los trabajadores de los sectores», afirma el coordinador de asuntos laborales de la Coalición Sindical Nacional y secretario general de la federación del sector salud Fetrasasven
Armando Méndez reúne dos condiciones que podrían considerarse clave en la Venezuela de hoy: es dirigente sindical del sector salud y es trabajador. Por eso, habla sobre la situación del país en esta doble condición.
Este miércoles, Méndez ofreció una rueda de prensa en las cercanías del Instituto de Inmunología de la UCV para alertar sobre las condiciones en las que se encuentra la salud venezolana e insistir en la instalación de mesas de trabajo para resolver los principales problemas de la población.
Como coordinador de asuntos laborales de la Coalición Sindical Nacional y secretario general de la federación del sector salud Fetrasasven, sostiene que el sector se encuentra «en una involución total» porque «todos los presupuestos son deficitarios». Señala que la devaluación «hace mella en el presupuesto» y afirma que «ahí está el nudo gordiano de la problemática del sector» porque el dinero se acaba antes de llegar a la mitad del año. Incluso, calcula que los fondos aprobados ya se redujeron a la mitad. «Ya eso se volvió sal y agua», y es «como si le dieras un bolívar a tu hijo, que es para la chuchería y no realmente para que vaya al colegio».
Las consecuencias de la desinversión están a la vista, remarca el dirigente sindical. Lo más afectado «son las emergencias, porque el sistema de emergencias se ha convertido en hospitales de guerra. Eso significa que, como hay muchos caídos en la batalla, no se le da atención a nadie. En la guerra hay unas bajas de 100 o 200 y en el hospital tienes para atender a 15. Es una situación de guerra».
La falta de recursos impide que los profesionales de la medicina, médicos y enfermeras, «puedan darles una respuesta a los ciudadanos». Mientras tanto, la gente ha optado por «quedarse callada» ante la violación de su derecho a la salud y no ir contra el aparato del Estado.
Méndez estima que una parte del dinero que llega por remesas a los hogares se destina al pago de la atención médica. «La migración ha creado el caldo de cultivo para paliar la situación de cada familia. Al gobierno también le interesa», opina.
En la Coalición «no somos la denuncia por la denuncia», aclara. «Siempre hemos tenido una propuesta. Los trabajadores del sector salud tienen mucho de qué hablar en este aspecto. Conocemos todos los problemas que tienen los centros de salud y tenemos que ser escuchados, aunque el gobierno no escucha».
-¿Qué van a hacer para ser escuchados?
-Lo primero es no abandonar la lucha. La lucha sin violencia, constitucional, legal y pacífica nos va a permitir en el futuro que entiendan los gobernantes de turno que tienen que conversar con los trabajadores de los sectores.
Están planteando espacios de diálogo, una comisión para que se pueda llegar a una gestión de calidad. «Pero tienes que escuchar a los trabajadores», reitera.
-¿Cuáles son las próximas acciones?
-Vamos a reunir a todos los sectores sensibles a este tema. Estamos conversando con todos los sectores sindicales, porque siempre hemos hablado con todas las tendencias. Pensamos que, con un gran movimiento de trabajadores muy conscientes, vamos a lograr los objetivos. En la comisión que se plantee para la discusión de los presupuestos los trabajadores tienen algo que decir. Y decirle al gobierno.