Caracas parecía un domingo por la mañana este viernes nueve de enero, con poco flujo de vehículos en sus vías, así transcurre el trayecto hasta llegar al Aeropuerto Internacional Simón Bolívar, en Maiquetía, estado La Guaira.
Todo fluye con normalidad, solo con algo inusual, la presencia de diferentes cuerpos de seguridad desplegados por las calles de Caracas, teniendo en cuenta que este nueve de enero la oposición venezolana convocó a una marcha en todo el país y las principales arterias viales de la capital.
La entrada hacia el aeropuerto luce como de costumbre, al ingresar a las instalaciones, pocas personas, la cola habitual para hacer el chequeo rutinario y proceder a esperar su vuelo a los destinos individuales.
No se observan cuerpos de seguridad resguardando en mayor medida el aeropuerto, más allá del día a día, sin embargo, las instalaciones y pantallas del lugar, son adornadas con una cara común para muchos, la de Edmundo González Urrutia, en un cartel de “Se busca”, acompañado de la famosa recompensa de 100.000, anunciada en días pasados por el Ejecutivo Nacional.
A solo un día de la juramentación del nuevo presidente de Venezuela, donde el actual mandatario dice que se juramentará para el próximo periodo presidencial, mientras que González Urrutia, afirma que asumirá como el nuevo jefe de Estado, al reiterar que fue el ganador de las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio, los vuelos a diferentes partes del mundo presentan retrasos de hasta una hora.
Mientras que, el miedo, la zozobra, incertidumbre y otros sentimientos de inseguridad se hacen presente en aquellos venezolanos y extranjeros que decidieron pasar vacaciones en Venezuela en estas navidades, así como algunos residentes que decidieron viajar a otras naciones, llegaron con hasta 12 horas de anticipación al aeropuerto, a fin de evitar cualquier inconveniente que se pudiera presentar a lo largo del día.
Funcionarios del aeropuerto Internacional Simón Bolívar, en medio de esta tensa calma que se vive en el país, se negaron a dar declaraciones sobre el ritmo de circulación de pasajeros, la llegada o salida de vuelos.
Tampoco se ve movimiento sobre una posible llegada el líder opositor, que afirma juramentarse como presidente y promete un cambio en las políticas internas del país, así como la búsqueda de la salida pacífica de lo que muchos describen como un “Gobierno dictador”.
En Venezuela todos, tanto los opositores, como los seguidores de la administración de Maduro están a la espera de lo que sucederá este 10 de enero, y así conocer el rumbo que tomará la historia del país.