Las nuevas leyes aprobadas por la Asamblea Nacional intentan cristalizar dispositivos que generen miedo, asegura el director de Espacio Público. Tratar de oscurecer los grandes medios de comunicación genera un ecosistema de medios que circula por otra vía, analiza
Más que decir que el ecosistema de medios de comunicación en Venezuela está «raspado» o en terapia intensiva, el periodista, profesor e investigador Carlos Correa prefiere afirmar que se encuentra muy disminuido. En conversación con contrapunto.com en el contexto de un desayuno con periodistas, el director de Espacio Público consideró que hay «una política que se expresa en restricciones asociadas con la libertad de expresión».
-¿Política expresa?
-Es evidente. Cuando tienes políticas en las que coinciden los distintos poderes públicos… Si tienes al Ejecutivo que mantiene la misma perspectiva que el Poder Judicial, la Fiscalía o los jueces, dices «esto es una política pública». Hasta agosto cerraron 15 emisoras de radio.
-¿Solo este año?
-Hasta agosto de este año. Quizá han cerrado algunas más. Después, lo que tuvimos en el proceso electoral y, sobre todo, lo poselectoral, es un aumento en la intensidad del número de casos. Hay muchos más casos.
-¿Cuántos poselectorales?
-En relación con el año pasado el mismo periodo es 80%, casi 90% más casos este año, tomando en cuenta que hay menos medios y menos periodistas. Un elemento que sí es clave es la detención de periodistas.
-¿Es nuevo?
-Hubo detenciones antes, pero el número de periodistas detenidos pos 28 de julio es muy alto. En un momento llegaron a ser más de 15; ahora han liberado algunos. Y no solo eso; es que los procesos judiciales continúan. Hay hechos de violencia, violencia física cuando estás haciendo cobertura, o dinámicas de intimidación, pero cuando tienes la apertura de un proceso judicial es un tipo de violencia más institucionalizada. No tenemos acceso a los expedientes y no sabemos cuán categoría de odio se está usando: si es la ley contra el odio, o si es incitación al odio en el Código Penal. Se están abriendo muchos casos con el tema del odio que, en líneas generales, casi siempre es una dinámica de criminalización, porque no es odio sino la crítica pública, la crítica al ejercicio del poder que es el fundamento de cualquier sociedad democrática.
-¿Qué consecuencias puede tener la nueva ley?
-En líneas generales estas leyes intentan cristalizar dispositivos que generen miedo.
-¿Para todos y para los periodistas?
-También para los periodistas, porque buena parte de estas leyes están criminalizando lo que digas, lo que expreses. Y uno de los problemas con criminalizar lo que expreses es que se limita el debate. Te pongo un ejemplo: imagina que alguien diga ‘no se puede hablar del aborto’… Eso es peor tanto para las personas que lo defienden como para quienes lo cuestionan, porque la sociedad no avanza, no debate los pro y los contra de un tema. Aquí se están criminalizando diversos temas. ¿Eso quiere decir que la gente va a secundar lo que está en la ley? Lo hará por miedo, pero eso no quita que la gente crea efectivamente eso. Ese es el problema de criminalizar determinadas ideas.
-¿Las ideas siguen allí, aunque no se discutan?
-Aunque no se discutan públicamente, y eso lo puedes ver en otros países: cómo, en determinados países, la lógica de lo políticamente correcto hizo que la gente votara por las ideas contrarias. Es decir, en los medios de comunicación no se podían decir determinadas cosas, y la gente terminaba votando por candidatos que apoyaban eso; es el caso de Estados Unidos, de Bolsonaro. Todo lo que signifique restringir el debate, no debatir sobre esos temas, es contrario a los propósitos de quienes promulgan la ley, porque no significa que van a cambiar la realidad, sino que las ideas van a seguir y probablemente van a tener menos posibilidades de debatirlas, de decir «estoy de acuerdo». Estas leyes tienen ese problema: criminalizan determinadas ideas y opiniones. ¿Eso significa que la gente va a cambiar de idea? No necesariamente. Mientras que si hubiera debate, a lo mejor sí cambia de idea, porque la convences, y racionalmente podrías llegar a una idea distinta de la que tenías al principio.
-¿Estamos cerrando el año con cuántos periodistas presos o con medidas?
-Todos los periodistas detenidos quedaron con medidas, porque no hay sobreseimiento, ni archivo de casos; quedan los procesos abiertos, con medidas cautelares dependiendo de cada caso. Este es un indicador clave, porque si bien había criminalización de las expresiones de no periodistas, nunca habíamos tenido tantos periodistas detenidos o procesados judicialmente.
-¿En los últimos 25, 30 años?
-Entre 2006 y 2007 hubo un intento de criminalización utilizando el Código Penal. Hubo procesos judiciales contra medios, como el caso de El Nacional, Tal Cual y La Patilla. Lo que sí es cierto es que nunca habían ido con tantas detenciones en tan poco tiempo.
-Si ve la salud del ecosistema de medios, ¿cómo lo calificaría?
-Muy debilitado. Los medios tradicionales abiertos, que en el caso venezolano los más importantes son televisión y radio, están sometidos a mucha regulación, a mucho control.
-¿Menos medios, más regulados?
-Menos medios, más regulados y con algunos temas de los que no se habla. ¿Eso significa que no se hablan? No. Significa que se está hablando por otras vías.
-¿Cuáles son esas vías? Porque la gente se está comunicando.
-Se está comunicando, está debatiendo y está tomando decisiones. Si haces propaganda y no haces periodismo, la gente se da cuenta. La gente se da cuenta: «Este periodista tiene determinada idea, tiene esta perspectiva, lo que está diciendo no es cierto». Si dices «no hay inflación», pero cuando vas al mercado no alcanza, tienes una contradicción y tú mismo te formas tu opinión. Creo que tratar de oscurecer los grandes medios, los medios abiertos, genera un ecosistema de medios que circula por otra vía. ¿Por dónde circula? Redes de wasap, la lógica de la comunicación presencial, los liderazgos situacionales: el líder de mi comunidad al que le pregunto y me habla, «tú que eres periodista dime qué está pasando». Porque te conviertes en un referente de información. Si ves el comportamiento del Estado, como están preocupados por donde circula información, cada vez más hay detenciones por un X, por los estados de wasap. El wasap es la plataforma de más circulación de información en el país, con la desventaja que eso implica: circula información «buena» y «mala», con menos posibilidades de verificación. Pero ha hecho que el músculo informativo de la sociedad se haya desarrollado. La gente comenta «lo dice fulanito y es confiable», porque la gente ha llevado mucho golpe creyendo información de primera mano, y construye mecanismos de verificación de información. Si comparamos la sociedad venezolana de hoy con la de hace cinco años, hoy tenemos una sociedad que tiene mayor músculo para verificar información que hace cinco años, porque ha tenido muchas frustraciones, porque la han engañado varias veces.
-Se debilita el ecosistema y se fortalecen otros mecanismos…
-La censura es un error estratégico, incluso para quien persigue censurar un tema, porque censurar un tema lo hace atractivo. Todos quieren tener la información, el chisme, la cosa. La sociedad venezolana está interesada en acceder a información; como ese es un elemento del carácter de la sociedad venezolana, no lo puedes cortar. Ese interés está. Y ten en cuenta que tienes 8 millones de personas fuera. Esas 8 millones de personas, no todas, pero muchas de ellas, financian a la gente que se quedó aquí con teléfono, acceso a internet. Y todo eso genera una suerte de plataforma para que esa información se pueda difundir.