La Sociedad Venezolana de Ingenieros Agrónomos y Afines (SVIAA) realizó este miércoles 11 de diciembre la presentación de la Balanza Agroalimentaria del año 2024 y las perspectivas para el sector en el próximo año 2025.
La SVIAA indicó que uno de los retos del sector agroalimentario es lograr las certificaciones requeridas a nivel internacional para que se pueda comenzar la exportación a un mayor nivel y, con esto, reducir los números de desperdicios de alimentos los cuales son «alarmantes».
Mediante rueda de prensa, el secretario de la SVIAA, Carlos Indriago, detalló que durante este 2024 los desperdicios de alimentos alcanzaron la cifra de 130 mil toneladas mensuales lo que representa el 25% del total de alimentos disponibles en el país. Ante esto, resaltó la importancia de «generar un control» para que no sigan ocurriendo estás pérdidas y así beneficiar a la mayor cantidad de venezolanos posibles.
«Son productos que dejamos de consumir, que se vencen en los anaqueles (…) Es importante darle uso y valor a estos rubros y generar cadenas de valor para que estos desperdicios, frutas, cereales, leguminosas, entre otros, se pueda generar un negocio que beneficie al sector», dijo.
Para esto, Indriago añadió que muchas empresas venezolanas están renovando sus manuales de operación, control de calidad y adaptándose a normas internacionales requeridas para que muchos rubros entren al mercado internacional.
«Hay una producción que se está quedando fría porque el consumidor venezolano no está comprando en los volúmenes y cantidades que las empresas están elaborando. Entonces, a esos productos tienen que buscarles mercados a nivel internacional», dijo al tiempo que lamentó que Venezuela se encuentra «en un limbo» por no hacer parte de la Comunidad Andina y estar suspendidos del Mercosur, problemática que, aseguró, «afecta la dinámica de ser un jugador real en la dinámica del comercio agrícola internacional».
Incertidumbre para el 2025 por el escenario político
Por su parte, Saúl Elías López, presidente de la SVIAA, sostuvo que la tensión que envuelve a la nación por el tema político no puede arropar al sector agrónomo. Sumó que deben seguir trabajando, pase lo que pase, y con esto «estar aislado de cualquier escenario» para asegurar el alimento en la mesas del país.
«El agro no se puede detener, igual que el sector salud. Nosotros creemos que debemos estar aislados y exentos de cualquier escenario porque no podemos dejar de producir», indicó.
López explicó que este año en Venezuela se sembró una superficie de 350 mil hectáreas de maíz, 20 mil más que el año pasado, y una producción de 1 millón 369 mil toneladas por hectáreas. El arroz presentó un sembradío de 110 mil hectáreas, una recuperación de casi 90% comparado al 2020 en la que solo existían 60 mil. Otro de los rubros recuperados en este 2024 fueron las caraotas. Para el 2025, se espera que la perspectiva de recuperación sea de la palma africana, la cual se invierte en el Sur del Lago de Maracaibo, el café y cacao.
«En el caso del maíz la perspectiva sigue siendo incierta por el tema de precios (…) este año hubo problemas con los productores por las formas de pago. A ellos les cancelaron en bolívares a tasa del BCV cuando ellos adquieren las semillas y químicos en dólares», sentenció.
«El arroz seguirá creciendo de manera sostenida como hasta ahora. Las frutas siguen manteniéndose sin crecimientos y las hortalizas han recuperado espacios con algunos niveles de inversión», finalizó al tiempo que dijo que el sector necesita una inversión de al menos 1.500 millones de dólares para cubrir las necesidades actuales en función de superficie y siembra. En la actualidad, la cartera crediticia para este grupo no llega a los 500 millones de dólares.