Indicó que, como parte de la agenda, hay que evaluar las acciones del CNE. «Los tiempos en política no son tan rápidos», expresó
El sociólogo e investigador Tulio Ramírez resaltó este lunes que en política «el diálogo nunca sobra» y debe ser permanente, aun cuando haya aprehensiones.
Ha habido diálogos antes «pero los acuerdos no se han llevado a cabo, y esto afecta la credibilidad», pero hasta en las peores circunstancias «es necesario dialogar».
El diálogo propuesto en la AN «parte con una pata coja por la falta de credibilidad de las partes», porque los resultados «no han sido satisfactorios». La gente «ya no confía tanto en ese tipo de diálogo».
Hay narrativas contradictorias, pero el ciudadano «ha sido testigo del cumplimiento o incumplimiento de las partes».
A su juicio, uno de los temas prioritarios es el de los resultados del 28 de julio, porque «no puede haber un espacio suspensivo desde las elecciones pasadas hasta este momento». Hay una deuda con el pueblo para esclarecer lo que sucedió ese día, enfatizó en entrevista con Unión Radio.
En el mejor escenario posible, acotó, «hay una agenda muy extensa» de trabajo. Un tema es el de los votantes en el exterior, que no son apátridas, pero para eso «hay que tener voluntad política, activar los consulados y aplicar mecanismos de ciberseguridad». También, la seguridad de quienes participan en un evento electoral, porque «la gente puede querer inhibirse de querer participar» y eso tiene que cambiar.
Sobre las reformas electorales que se debaten en la AN hay opiniones encontradas: «Es difícil opinar sobre un tema tan delicado y tan sensible para la ciudadanía».
Para el diálogo efectivo hay que poner fechas ciertas para el cumplimiento de acuerdos y garantes internacionales. «Vale la pena hacer esfuerzos». A los factores opositores les propuso tener unidad de criterios y una agenda única, porque acuerdos por partes no tienen la legitimidad necesaria, analizó Ramírez. Para el sector oficial propuso que vea que la agenda originaria de la revolución no ha dado los resultados deseados «y hay que hacer política».