La «única solución» para detener esta guerra es que Israel pare «los asesinatos y el derramamiento de sangre de personas inocentes y devolver los derechos legítimos a sus dueños»
El presidente sirio, Bachar al Asad, se reunió este sábado con el ministro de Exteriores de Irán, Abás Araqchí, que se encuentra de visita en Damasco y con el que abordó cómo «detener la agresión israelí» contra el Líbano y la «importancia» de brindar apoyo a los libaneses, ante la ofensiva de Israel contra el país árabe.
«Al Asad discutió con Araqchí las formas de detener la agresión israelí contra el hermano Líbano y la importancia de brindar apoyo y asistencia a los hermanos libaneses a la luz del gran desplazamiento causado por la agresión israelí», indicó Al Asad, según un comunicado de la Presidencia siria.
Afirmó también que la «única solución» para detener esta guerra es que Israel pare «los asesinatos y el derramamiento de sangre de personas inocentes y devolver los derechos legítimos a sus dueños», en referencia a las tierras palestinas ocupadas por el Estado judío.
Igualmente, el mandatario sirio apuntó que la respuesta de Irán de esta semana contra Israel fue «fuerte y le dio una lección de que el Eje de la Resistencia es capaz de disuadir al enemigo y frustrar sus planes», en referencia a la alianza informal encabezada por Teherán, y formada también por el grupo chií libanés Hizbulá -estrecho aliado de Al Asad-, el grupo palestino Hamás y los rebeldes hutíes del Yemen.
A su llegada a Damasco, un día después de su visita en Beirut, Araqchí afirmó que el objetivo de su viaje a la capital siria es «continuar las consultas sobre los acontecimientos en la región”.
“El debate más importante del día es el alto el fuego en el Líbano y especialmente en Gaza (…) Hay iniciativas en este campo y se han realizado consultas que esperamos lleguen a buen puerto”, dijo, según la agencia iraní Tasnim.
El viernes, Araqchí aseguró que su país lanzará una «campaña diplomática para apoyar al Líbano» en medio de la invasión de Israel contra el sur del país y los continuos bombardeos contra los suburbios meridionales de Beirut y otros puntos que se suceden desde hace dos semanas.
Esta campaña de bombardeos ha provocado que unas 1,2 millones de personas hayan huido de sus hogares en el Líbano, uno de los peores capítulos de desplazamiento de la historia del país mediterráneo.
Israel bombardeó una zona cerca del paso fronterizo de Masnaa, el principal entre Beirut y Damasco, en una carretera que la mayoría de los desplazados utilizan para entrar a Siria.