Neirlay Andrade, integrante del buró político del PCV Dignidad, explicó que este discurso «va acompañado con prácticas dirigidas a sembrar desesperanza, temor, miedo en la población» y persigue «promover la abstención»
El Partido Comunista de Venezuela-Dignidad manifestó su preocupación «por el discurso que se está promoviendo desde la cúpula del gobierno» y la fabricación de un escenario de violencia para las elecciones presidenciales.
Neirlay Andrade, integrante del buró político del PCV-Dignidad, explicó que este discurso «va acompañado con prácticas dirigidas a sembrar desesperanza, temor, miedo en la población» y persigue «promover la abstención».
Andrade describió que se han registrado detenciones arbitrarias, cierre de negocios, hostigamiento contra activistas políticos y la siembra de dudas sobre el desenlace del proceso electoral. Todo esto, acompañado con descalificaciones a quienes adversan las políticas de Nicolás Maduro.
En la calle la realidad es otra: «El pueblo venezolano ha cifrado en el voto la posibilidad de salir de esta catástrofe a la que nos han llevado los dos polos responsables de la crítica situación».
«Queremos alertar sobre los peligros de una cúpula gubernamental cada vez más reaccionaria» que persigue y hostiga a los trabajadores.
La dirigente recordó que la tarjeta del gallo rojo sigue en manos de las personas a quienes el TSJ les entregó las siglas del partido.
Este gobierno no solo no es socialista «sino que además es cada vez más reaccionario», condenó Andrade.
El PCV Dignidad acusó a Maduro de ser «un capataz de la Chevron y del capital trasnacional» que además obliga a los trabajadores a funcionar en condiciones deplorables. Denunció la figura de «los desactivados» en empresas del Estado, que «reciben un miserable ingreso y se les impide incorporarse a sus puestos de trabajo»; igualmente, la persecución de dirigentes sindicales, como ocurre en Corpoelec.