Slayman presentó un rechazo del órgano porcino a los ochos días después de la cirugía
La primera persona en recibir un trasplante de riñón de cerdo genéticamente modificado recibió el alta médica, continuando con su recuperación en casa, anunció el pasado miércoles el Hospital General de Massachussets.
Richard Slayman, de 62 años, fue sometido el pasado 16 de marzo a un procedimiento quirúrgico para reemplazar su riñón por el de un cerdo, en un intento por prolongar y mejorar su calidad de vida, al padecer una enfermedad renal en etapa terminal que lo obligaba a dializarse.
El órgano animal fue desarrollado por la empresa estadounidense eGenesis a través de tecnología de edición genética CRISPR-Cas9. Las ediciones genéticas permiten eliminar genes porcinos dañinos y agregar otros genes humanos para que el sistema inmunológico de los receptores de estos órganos no lo rechace.
Tras la operación, los médicos aseguraron que el riñón de cerdo, con 69 modificaciones genómicas diferentes, producía orine y eliminaba productos de desecho en la sangre Además, señalaron que el paciente dejó de ser dializado.
«Estoy emocionado de volver a pasar tiempo con mi familia, amigos y seres queridos sin la carga de la diálisis, que ha afectado mi calidad de vida durante muchos años», expresó Slayman, quien destacó que su «recuperación avanza sin problemas».
El médico Leonardo Riella explicó a The New York Times que el cuerpo de Slayman mostró signos de rechazar el riñón de cerdo trasplantando al octavo día, presentando un rechazo celular, que es la forma más común de rechazo agudo de órganos implantados. Se tiene conocimiento que hasta el 25% de los receptores de trasplante de riñón tienen un episodio de rechazo agudo en los primeros 3 meses.
De acuerdo con Riella, pese a que el rechazo no fue repentino, el paciente lo experimentó más rápido de lo habitual. Aunque los médicos lograron revertir el proceso provocado por el sistema inmune, mediante esteroides y otros medicamentos para contener las reacciones inmunológicas.
Por otro lado, se dio a conocer que Slayman ingiere varios inmunosupresores. También se mencionó que su estado de salud será supervisado mediante análisis de sangre y orina, además de vistas médicas.
Los especialistas le recomendaron no trabajar durante al menos 6 semanas, además de tomar precauciones para evitar infecciones, a causa de los fármacos que inhiben su sistema inmunológico.