Las empresas tienen claro los asuntos por resolver: desmotivación, estrés, brechas generacionales o fuga de talentos
Con el paso del tiempo el planteamiento que exigía a un trabajador «dejar los problemas de casa, fuera de la puerta de las empresas, y viceversa», ha quedado en el pasado. La psicología, ha permeado lo corporativo, abriendo paso a una perspectiva humanista y que concientiza que la persona es un ser único, de mente y emociones; logrando como consecuencia posicionar que un trabajador feliz resulta mucho más eficiente, comprometido y con otra serie de valores que impactan en la productividad.
En consecuencia, los procesos de gerencia del capital humano, que por décadas han encontrado en la educación su mejor aliado, también han variado. La educación ha evolucionado desde la teoría conductista con los textos de Pavlov, en la que el docente era el centro de todo e inducía a los participantes ser y hacer, hasta el enfoque moderno del constructivismo en el que los procesos de aprender y enseñar van de la mano y se construyen en un espacio determinado.
Loreana Romero, coach personal y organizacional y directora de Planificación de MiroTécnicas formaciones integrales, indicó a través de una nota de prensa que las empresas están claras en qué necesitan, pero hay confusión en cómo lograrlo. La solución está en la forma de abordar los temas.
«Las claves: la neuropedagogía y la metacognición. La primera nos pone frente a la necesidad de entender las nuevas teorías del cerebro; si queremos verdaderos cambios es fundamental entender que el cerebro administra todo el cuerpo, lo físico y lo emocional, en conjunto», detalló.
Una vez asumido esto, entra en el juego desarrollo de las habilidades de metacognición, «que no es más que la capacidad que tenemos para entrar en consciencia plena frente a una situación, para desenvolvernos de la manera más favorable. Y todo esto se aprende», precisó.
¿Es posible gerenciar con incertidumbre?
Para este 2024, todas las empresas, en Venezuela y en el mundo, tienen en su lista de retos manejar la incertidumbre: «Hay condiciones externas que superan el control de las empresas».
Bajo este orden de ideas, la experta considera prudente aplicar la gestión a partir de los recursos que se poseen. «Gestionar lo que sí tienes: las certezas, cómo las controlamos y nos enfocamos en lo que sí tenemos dentro, cómo podemos anticiparnos».
Por lo tanto, afirma que la gestión de cambio y del talento son claves, ya que las empresas van a estar apalancándose en sus líderes, que deben ser mejores, más productivos y saber enfocarse ellos y a sus equipos; razón por la que se requiere que también se empoderen y desarrollen sus capacidades y competencias.
Al impacto de acontecimientos políticos y económicos se suman otros que por desarrollo humano son cada vez más visibles y con prioridad de atención. Lo que, asegura Romero, incrementará la necesidad de lograr mayor sentido de pertenencia.
Precisa que tendrá un mayor peso contar con empleados más comprometidos y abiertos: «este 2024 se ve un año de fuerza hacia el área de la inclusión y donde se ven muy marcadas las brechas generacionales. Tenemos personas analógicas trabajando en eras digitales y tenemos centennials que tienen a líderes analógicos. Si a eso le sumas la presión de los factores económicos de un país, la gerencia definitivamente debe procurar fortalecer a sus equipos de trabajo».
Detalla que desde la perspectiva de la neuropedagogía y la metacognición, MiroTécnicas busca la gestión de certezas, a fin de lograr empleados enfocados y productivos, pero también mejores líderes y más capacitados.
Garantizar un ambiente laboral adecuado es otro de sus objetivos: «No todo es salario económico; un trabajador que se sienta parte de, a gusto y con oportunidades de crecimiento, ponderará la generación de bienestar y pensará dos veces antes de tomar decisiones radicales», compartió Romero.
Sostiene Romero que abordar los desafíos con eficiencia implica ir a la raíz de los asuntos por resolver, con el objetivo de alcanzar una fórmula ideal: mantener la productividad, evitar daños reputacionales y lograr que los trabajadores cuenten con un ambiente laboral de calidad y bienestar, además de contar con las herramientas necesarias para desempeñarse.
Minimizar el conflicto
Abordar los desafíos con eficiencia implica ir a la raíz de los asuntos por resolver, con el objetivo de alcanzar una fórmula ideal: mantener la productividad, evitar daños reputacionales y lograr que los trabajadores cuenten con un ambiente laboral de calidad y bienestar y que cuente las herramientas necesarias para desempeñarse.
Al respecto, Jimena Misle, especialista en Mercadeo, ventas y servicios de Call Center/Contact Center y directora de Marketing de MiroTécnicas, explica que ya quedaron en el pasado las formaciones típicas, manejo del estrés, atención al cliente, motivación, que en esencia son importantes, solo que el enfoque se quedó corto para la dimensión de la dinámica actual.
«Si hablamos de manejo de estrés o de atención al cliente, el personal tiene que contar con herramientas para manejo de objeciones, por ejemplo. No es lo mismo darle a un trabajador una lista de recomendaciones para evitar el estrés, a enseñarle a cómo gestionar sus emociones frente a las situaciones que generan caos, lo que se traduce en estrés para él y en un riesgo reputacional para la empresa», señaló.
Precisó que conectar y gerenciar las emociones pasó a ser el foco de atención para hacer frente a las diversas situaciones dentro de las empresas. «El verdadero y eficiente propósito es, en primera instancia, minimizar el conflicto y eso aplica para todo. En las empresas, hay que procurar que el trabajador no nos diga: renuncio, si es el cliente, que no le esté escribiendo a abogados o generando un mega post como desahogo porque no supimos atenderlo; y si es nuestra pareja, que no se divorcie. Aplica en todas las áreas, todos necesitamos aprender de esto», enfatizó Misle.
Según el planteamiento de las especialistas de MiroTécnicas, las formaciones tienen que estar enfocadas en hacer significativo el aprendizaje a través de la experiencia y la vivencia, algo que se logra únicamente introduciendo elementos que transformen la forma de aprender, en consciencia de la importancia de partir desde lo emocional para conducir a lo racional, «del ser al hacer».
Información: Nota de prensa