Contrario a lo que se podría pensar, tomar agua no interfiere en modo alguno con la digestión. De hecho, ayuda a que el cuerpo procese mejor los alimentos. Para mantener una dieta saludable, es esencial acompañar la comida con agua. Si no es agua, no será saludable, reseñó Entérate.com.
Según el portal, especialista en dietas, vida sana y salud, existe la conciencia en la gente de que hay que tomar bastante agua durante el día, tal como recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS), a la hora de las comidas surgen algunos interrogantes.
¿Cuándo se Debe Tomar Agua?
Existen argumentos a favor de tomar el agua antes de las comidas, como una ayuda para bajar de peso. Por otro lado, están quienes aconsejan beberla luego del almuerzo o la cena, para mejorar la digestión. Ambas posturas tienen sus fundamentos, aunque una de ellas parece más endeble que la otra.
La Clínica Mayo de los Estados Unidos asegura que “no existen motivos para pensar que el agua diluya los jugos digestivos o interfiera con la digestión. De hecho, tomar agua durante o después de una comida ayuda a que el cuerpo descomponga y procese los alimentos”. Agrega que “el agua ayuda a descomponer los alimentos para que el cuerpo pueda absorber los nutrientes y también ablanda las heces, lo que ayuda a evitar el estreñimiento”.
El agua antes de la comida y la pérdida de peso
Aunque está totalmente libre de calorías, muchos aconsejan beber el agua antes de una comida porque brinda una sensación de saciedad y hace que la persona coma menos. Sin embargo, según comprobaron algunos estudios científicos, esta sensación de saciedad es pasajera y, por lo tanto, insuficiente para colaborar en una dieta para adelgazar.
Estas comprobaciones ponen en duda muchos consejos publicados en redes sociales que alientan a consumir más del doble de agua que lo recomendado por la OMS. Es más, el agua sale del estómago con velocidad y, por eso, la sensación de saciedad dura menos que lo esperado.
Fuente Entérate.com