Las distorsiones en la economía venezolana complican la operatividad y el intercambio de bienes y servicios. Ahora se exigen billetes verdes nuevos para poder concretar operaciones
Los problemas para pagar en Venezuela tienen los matices más insólitos y los mecanismos mutan a cada rato, según las necesidades económicas y hasta los caprichos de algunos agentes del mercado.
Cómo ya hemos dicho, es frecuente ver pagos en dólares en establecimientos de las ciudades venezolanas. Supermercados, autolavados y hasta buhoneros reciben los billetes verdes ante los altos montos de las mercancías y servicios, la poca disponibilidad de efectivo en bolívares y la imposibilidad, en algunos casos, de tener un punto de pago.
La hiperinflación además de complicar el pago en efectivo, obliga a los agentes económicos, grandes, pequeños o pequeñísimos, a tratar de protegerse en moneda dura para evitar que su poder de compra se deteriore más.
El problema ahora está en que, luego de hacer las diversas maniobras para poder acceder a dólares, los comerciantes ponen limitaciones al recibimiento de las divisas.
En un supermercado del ubicado en el noreste de la ciudad de Caracas las condiciones son “deben ser billetes nuevos, las facturas deben ser equivalentes a 20 dólares o más y no hay vuelto en dólares”.
En otro supermercado ubicado en el sureste caraqueño, son menos exigentes y no ponen limitaciones por monto y son capaces de dar vuelto en dólares si tienen la disponibilidad, sin embargo sí son celosos con el tema de la antigüedad del billete.
Los buhoneros son escrupulosos al mirar las divisas y revisan el año y el modelo del billete y deciden si lo reciben o no.
Hay unos que dicen “este billete está muy viejo te lo recibo pero más barato”.
Al consultar con algunos agentes del mercado cambiario sobre este fenómeno señalan que “no es nuevo, pero ahora se nota más debido a que se producen más transacciones en el mercado doméstico”.
“La disponibilidad de divisas en efectivo es más alta en estos momentos y algunos receptores de divisas se ponen exquisitos sin ninguna razón, ya que los billetes, si son auténticos, son aceptados en cualquier parte del mundo”, indicó el operador consultado.