La abogada y analista Paulina Gamus advirtió que el país está desencantado y desesperanzado, metido en su propio problema, con una minoría de bodegones que vive en una burbuja.
El liderazgo político más joven, menos gastado, está fuera del país o encarcelado, estimó. Otros líderes «ya no le dicen nada a nadie». Parece que «nadie quiere a nadie», estimó en entrevista con Unión Radio.
Consideró que, con toda la violencia que ocurrió en el proceso interno del PSUV, a lo mejor solo hay que dejar que el oficialismo se destruya a sí mismo. Pero aclaró que fue solo un tuit que publicó, porque piensa que las revoluciones se tragan a sí mismas. «Tenemos que aprender a convivir con el chavismo, aprender a respetarnos», subrayó, igual que aprendimos a convivir con los guerrilleros en el pasado.
No sé cómo hablar de la oposición porque hay varias oposiciones, indicó. Se refirió a Juan Guaidó como el dirigente que continúa teniendo un liderazgo; a María Corina Machado, que está en siempre en contra de algo. «Es una cosa muy triste; el egoísmo, el narcisismo, es como el chiste del borracho que se pelea por una botella vacía».
En cuanto a las negociaciones, sostuvo que puede ser como el cuento del lobo, pero al revés. «Hay que ser, no demasiado optimista, pero tampoco escéptico». En esa mesa se debe rescatar la credibilidad de la ruta electoral, la liberación de presos políticos, la libertad de expresión, crear condiciones para que los migrantes vuelvan.
Estoy motivada para votar el 21 de noviembre porque «hay que rescatar el valor del voto como el único instrumento para tener democracia en el país», no podemos seguir con el juego trancado. «Pienso ir a votar, aunque no consiga ningún candidato que me guste». Espera que esa elección no sea fraudulenta, que los presos políticos sean liberados, que se deje de perseguir a los medios de comunicación.
Gamus señaló que no tiene clara la ruta electoral, pero afirmó que este CNE es «medianamente confiable». No cree en el RR, «no le veo ninguna posibilidad».
Después del 21 de noviembre «lo que pongo en mi agenda es tratar de seguir viva», sentenció. «No activo en ningún partido».
Volver al pasado no es posible, pero podemos aspirar a estar en un país decente en el que sepamos a qué atenernos.