Se trataba de una adolescente de 14 años de edad, y la acción quedó registrada en su teléfono celular
Mariana Cabeza Gómez – una adolescente de 14 años de edad-, fue hallada muerta en el interior de su habitación, a las 8:00 a.m. del martes 29 de junio.
Estaba colgada en el clóset y fueron sus padres quienes se vieron en la necesidad de empujar la puerta de la habitación, que para el momento estaba cerrada con seguro.
Aunque las premisas del caso se mantienen en reserva por parte de la policía científica, parientes de la adolescente relataron que pertenecía a un grupo de Whatsapp, conformado por otros muchachos de la misma edad y no descartan que existan personas adultas, quienes emitían las directrices del reto de la asfixia, pero en esta oportunidad, utilizando sogas, con el fin de aguantar por más tiempo.
Fue la periodista de la fuente de política, Mildred Manrique, quien dio a conocer el caso a través de su cuenta en la red social Twitter.
La comunicadora social indicó que se trataba de su prima, la segunda de tres hermanos y estudiante de segundo año de bachillerato.
Los iniciales casos
Fue en el año 2018, cuando el comisario general Douglas Rico emitió los primeros reportes registrados para la fecha en los estados Lara y Carabobo, y de este último, indicó que un adolescente fue presentado ante los tribunales competentes , ya que había sido aprehendido en flagrancia cuando agredía a otra estudiante, haciendo uso de la fuerza mecánica.
El comisario Rico explicó -para el momento- que el juego busca «la pérdida de la conciencia, mediante la privación del flujo sanguíneo cerebral, a través de la compresión del cuello”.
Y Comentó que la víctima, se convertía en un ser inerte que caía al suelo sin ningún tipo de control.
Entre las lesiones , el comisario explicó que podría sufrir falta de oxígeno en el cerebro (que causa muerte de células cerebrales), alteraciones sensoriales y pérdida del conocimiento).
Comentó que aunque la mayoría de los jóvenes “vuelven a la vida”, no pueden recuperar estas células cerebrales perdidas, lo que lleva a que su capacidad mental se vea disminuida y lo note con el paso de los años.
Otro de los daños que causa el juego de la muerte es agresión a los nervios que pasan por el cuello —que puede producir paro cardíaco—, lesiones en la vía aérea, afectaciones en la tráquea y fracturas de columna vertebral cervical por la fuerza aplicada a las víctimas.
Es vital el llamado a padres y representantes a estar pendiente sobre el tiempo que emplean los adolescentes a las redes sociales y otros encuentros virtuales. La prevención es desde el hogar.






