«No es el monstruo del Lago Ness, ni Pie grande. El avión existe, lo que significa que lo voy a encontrar», agregó el arqueólogo Robert Ballard
El hombre que descubrió el naufragio del Titanic en 1986, Robert Ballard, lidera una expedición para buscar el avión de Amelia Earhart, que desapareció en julio de 1937 durante su intento de ser la primera mujer en dar la vuelta al mundo volando.
Como parte de su búsqueda, el arqueólogo submarino y su equipo han estado explorando las aguas de Nikumaroro, un pequeño y remoto atolón situado en el Pacífico sur en el que se cree que pudo aterrizar Earhart tras no dar con el destino programado que era la isla de Howland.
«Hay muchas teorías sobre dónde aterrizó el avión de Earhart, y algunas de ellas son un poco locas», dijo Ballard a National Geographic, que emitirá el próximo 20 de octubre un documental respecto a la búsqueda.
«No es el monstruo del Lago Ness, ni Pie grande. El avión existe, lo que significa que lo voy a encontrar», agregó.
La teoría de Ballard de que el avión de Earhart se encuentra en las aguas de Nikumaroro se basan en una fotografía tomada tres meses después de la desaparición de Earhart, en la que, según el Grupo Internacional para la Recuperación de Aeronaves Históricas (Tighar por sus siglas en inglés), se puede apreciar un tren de aterrizaje similar al del Loockheed Electra 10E de la piloto.
Este mismo grupo afirma además que las últimas señales de radio confirmadas de la estadounidense apuntan a que se dirigía a esa zona, mientras que se sabe que, poco después, operadores de radio recibieron un total de 57 transmisiones sin respuesta que podría haber enviado ella.
El avión, argumentan, habría podido aterrizar sin demasiados daños en el atolón durante la marea baja, pero después habría sido arrastrado al mar con las subidas del nivel del agua.
Los investigadores del Tighar, sin obtener resultados, han llevado a cabo varias investigaciones en la zona a lo largo de los años, pero el barco de Ballard, el E/V Nautilus, cuenta con herramientas de última generación que facilitarían la búsqueda.
Entre ellas, una variedad de sensores subacuáticos, dos vehículos operados de forma remota (ROV, en inglés) con cámaras abordo, varios drones y un vehículo de superficie autónomo.
Ballard se ha centrado en la elaboración de un mapa del terreno submarino alrededor del atolón para intentar detectar alguna anomalía, además de llevar a cabo rastreos visuales. «Todo lo que he encontrado ha sido de manera visual», aseguró.
Existen muchas otras teorías respecto a cuál fue el destino final de Earhart, entre ellas que, junto a su copiloto, Fren Noona, fue retenida como prisionera por los japoneses en las Islas Marshall hasta su muerte y que el Gobierno estadounidense nunca lo reveló.