Los búlgaros que hicieron historia en el Mundial del 94

Arnaldo Fernández l @fernandzarnaldo

Son muchos los equipos que han animado las fases finales de las Copas del Mundo, y Bulgaria fue uno de ellos, ubicándose entre los cuatro mejores equipos en tierras estadounidenses

Mucho se habla de lo atípica de las concentraciones de esta selección plagada de buenos jugadores, los cuales eran a menudo observados entre cigarrillos y cervezas, pero que en el campo funcionaban con un engranaje que les concedió lo necesario para avanzar.

Mikhailov era su portero, ya de avanzada edad pero de gran seguridad. El lateral derecho Kiriakov, es recordado por su pintoresca melena, un central como Ivanov, de espectacular salida y mucha brusquedad en su juego, otorgaban seguridad en la zaga búlgara.

En el centro del campo contaban con un Balakov que triunfaba en el Stuttgart y que cualquier equipo hubiera querido tener, así como el famoso Lechtkov quien por la derecha era una tromba y que anotó goles importantes en esta Copa del Mundo.

Arriba, el funcionamiento de Bulgaria era letal, por un lado se encontraba Kostadinov, futbolista del Oporto y por el otro la gran estrella del FC Barcelona, Hristo Stoichkov.

Todos estos ingredientes se congeniaron para labrar el camino de Bulgaria en el Mundial de Estados Unidos 94. En un grupo difícil que compartieron junto a Nigeria, Grecia y Argentina, el transitar no permitiría errores.

En el debut no pudieron ante “Las Águilas Verdes” de Nigeria y terminaron sin respuesta cediendo tres goles por cero, pero la oncena búlgara iba a continuar su camino sin complejo alguno.

El segundo encuentro ante la debutante Grecia, dos tiros penales transformados por Stoichkov le daban una ventaja que redondearían con otras dos anotaciones para terminar goleando cuatro a cero a los helénicos.

En el juego final de la primera fase, debían ganar a la siempre difícil Argentina, la cual venía trastocada por la suspensión de Diego Armando Maradona, pero que seguía siendo un rival de peso.

EL resultado ante la Albiceleste, fue una victoria de los dirigidos por Dimitar Penev, dos goles a cero.

De esta manera, Bulgaria debería enfrentar a México en octavos de final en Nueva York.

Stoichkov comenzaría batiendo a Jorge Campos pero el Tri igualaría las acciones, el intenso encuentro se definiría desde los 12 pasos y tres fallos mexicanos pondrían a los búlgaros en cuartos de final.

Bulgaria volvía a Nueva York para lograr sacarle la rueda a la carreta frente a los campeones del mundo, unos alemanes que ya sentían el pasar de los años pero que seguían siendo favoritos.

A pesar de adelantarse con gol de Matthaus, los planes de Stoichkov y Lechtkov eran otros y con los dos goles más importantes en la historia de su país, la selección de Bulgaria llegaba a semifinales y se metía entre los cuatro primeros del mundo.

Ante Italia en semifinales no pudieron, la efectividad de Roberto Baggio con dos goles los pondría en desventaja y el gol de penal marcado por Hristo Stoichkov no sería suficiente.

De igual manera, es importante recordar una mano de Costacurta en el área que fue ignorada por el juez principal, sellando las aspiraciones del equipo de Penev, las cuales quizás hubieran mejorado en estos tiempos modernos del VAR.

Ante Suecia, Bulgaria jugaría sin ganas por el tercer puesto y un cuatro a cero lo evidenciaría, este es el juego que nadie quiere disputar. Sin embargo, el cuarto puesto quedó grabado como una hazaña en la historia del fútbol búlgaro.

Aquel Mundial del 94 será recordado por el tetracampeonato de Brasil, la dupla Romario y Bebeto, la primera final que se definía por penales y por aquella Bulgaria que sorprendió al mundo obteniendo el cuarto lugar.