Hay que aprender a leerle la lengua al perro, indicó el veterinario Otto Alvarado. No es darle agua, enfatizó
El calor también afecta a las mascotas, advirtió este viernes el doctor Otto Alvarado, médico veterinario.
«En lo que va de semana atendimos dos casos con golpe de calor y la gente debe entender de qué se trata», explicó Alvarado.
Los perros se ven muy afectados por el calor porque no pueden sudar, recordó: «Por eso hay que tener cuidado de no sacarlos al mediodía» y no colocarles zapatos. «Cuando no puede más se tira en la grama, se mete en la cama, se tira en el baño», acotó en entrevista con Unión Radio.
El mecanismo más importante para bajar la temperatura es mediante el jadeo, detalló Alvarado. «Por eso es importante no usar el bozal cerrado», insistió.
Si le ponen zapatos, bozales cerrados o les ponen franelas «el perro no puede bajar la temperatura». Un perro tiene entre 38 y 39,5 grados de temperatura. Pupilas dilatadas son señal de alarma. En esos casos hay que rociarle la lengua con agua fría, bañar las patas con agua fría.
De ocurrir el golpe de calor «el perro puede morir en siete minutos», advirtió. «En ese momento los riñones se pueden dañar, puede haber daño cerebral».
El experto recomendó salir a la calle con un rociador que tenga agua fría, o hielo para ponerle en la cabeza.