Estados Unidos se encuentra en un momento decisivo respecto a la venta de GPU (Unidades de Procesamiento Gráfico) a China, una situación que va más allá de las cifras económicas y que definirá el futuro de la inteligencia artificial (IA) y la tecnología global.
Por un lado, las restricciones buscan ralentizar el avance tecnológico de China en IA, estas medidas impactan directamente las finanzas de las empresas estadounidenses. NVIDIA, por ejemplo, calcula una reducción de 15.000 millones de dólares en sus ingresos este año si persisten las prohibiciones sobre sus chips más avanzados.
El gobierno de Trump autorizó la comercialización de los chips H20 de NVIDIA en China, diseñados para cumplir con las restricciones previas. Sin embargo, nuevas limitaciones en abril detuvieron temporalmente las exportaciones, afectando acuerdos con clientes como Tencent y Alibaba.
El dilema de la estrategia a largo plazo
La relajación de las medidas es un alivio para NVIDIA, pero la pregunta clave para Estados Unidos persiste de ¿cómo equilibrar el control tecnológico con las ganancias empresariales? limitar la venta de chips de vanguardia podría ganar tiempo en la carrera tecnológica con China, pero a un costo significativo. El mercado chino representó el 13% de las ventas de NVIDIA en 2024, incluso con restricciones.
El dominio de NVIDIA en el mercado de GPU ofrece a EEUU una ventaja estratégica, la cual seria el control del ecosistema tecnológico utilizado para el entrenamiento y la inferencia de IA, un campo donde Google también es fuerte con sus TPU (Unidades de Procesamiento de Tensores).
La subida de Huawei
Mientras tanto, China no se ha quedado de brazos cruzados ya que Huawei emerge como un competidor cada vez más potente.
Jensen Huang, CEO de NVIDIA, ha reconocido que la tecnología de Huawei es «probablemente comparable a un H200» de NVIDIA, superando incluso a los H20.
La intención de Huawei de exportar sus chips de IA a otros países ha motivado una ofensiva de Estados Unidos para frenar esta expansión.
La independencia tecnológica de China
Huawei ya ha desarrollado los chips Ascend 910D y 920 en colaboración con SMIC y el éxito de su procesador en el Mate 70 demostró su capacidad para lograr sus objetivos.
La cuestión ahora es si se puede replicar en hardware un «momento DeepSeek», donde China no necesariamente supere la potencia de NVIDIA, sino que se diferencie por su ingenio y nuevos paradigmas, enfocándose en la eficiencia y el precio.
EEUU enfrenta una decisión trascendental, cada movimiento, cada restricción o flexibilización, moldeará no solo el panorama económico de sus empresas, sino también el equilibrio de poder en la carrera por el dominio de la inteligencia artificial a nivel mundial.