Desde este jueves primero de agosto, en España, las multas pueden caer, literalmente, del cielo. El Gobierno de ese país ibérico anunció la utilización de drones para vigilar y sancionar las infracciones de tráfico.
Tres drones equipados con una cámara de alta definición sobrevolarán las carreteras para detectar los comportamientos peligrosos, explicó a la AFP un portavoz de la Dirección General de Tráfico (DGT) española.
El proyecto, en su fase inicial, pondrá en marcha los tres artefactos en la región de las islas Canarias, para luego expandirse al resto del país, para lo cual prevén adquirir otros 20 aparatos.
España disponía ya de 11 drones para vigilar la circulación pero es la primera vez que estas máquinas serán utilizadas para interponer las multas.

Los drones, utilizados ya para la seguridad vial en numerosas ciudades chinas, empiezan a aparecer en Europa, a través de iniciativas experimentales en Francia y Reino Unido.
En España, un agente se encargará del pilotaje del aparato y el otro del visionado de las imágenes, precisó a la AFP una segunda portavoz de la DGT.
Los drones permitirán detectar infracciones como los adelantos peligrosos, el uso del teléfono móvil al volante, saltarse un stop o no llevar el cinturón de seguridad pero todavía no los excesos de velocidad, precisó.
La DGT prevé que 47 millones de veraneantes recorrerán en agosto las carreteras españolas en las que murieron 1.180 personas durante 2018.
La red vial de España, segundo destino turístico mundial, también absorbe a millones de automovilistas residentes en Europa que van a pasar sus vacaciones al Magreb.