Una selección de varias de las mejores voces del país se juntaron para cantar las canciones de Aldemaro Romero, Simón Díaz, Billo, Yordano, Ilan, Frank Quintero, Guillermo Carrasco, Carlos Moreán, Un Solo Pueblo, Gualberto Ibarreto, Aditus, Desorden Público y más
Gregorio Montiel Cupello
¿Qué tal un concierto por cuyo escenario desfilan María Teresa Chacín, Francisco Pacheco, Guillermo Carrasco, Alfredo Naranjo con su Guajeo, Desorden Público, Betsayda Machado y muchos, muchos más?
¿Y qué tal si además el repertorio es de Billo, Simón Díaz, Aldemaro Romero, Aquiles Báez, Henry Martínez, Yordano y Evio Di Marzo, Ilan, Frank Quintero, Guillermo Carrasco, Desorden Público, Carlos Moreán, Gualberto Ibarreto, Aditus, Un Solo Pueblo, el grupo Mango, Enrique Hidalgo, Otilio Galíndez, Adelis Fréitez, Fernando y Juan Carlos, Jorge Luis Chacín?…
Es decir, de todas las épocas y estilos de la música que se hace en Venezuela
Pues, esto y más fue lo que ocurrió el pasado 12 de octubre (día emblemático de las efemérides americanas, un antes y un después a todo nivel) en el súper espectáculo «Todo de Aquí. Las Canciones Favoritas de Venezuela», que significó el regreso de la Movida Acústica Urbana (MAU), en el Centro Cultural de Arte Moderno.
De la MAU a Disney
La idea fue del guitarrista y compositor Alvaro Paiva Bimbo, uno de los artífices de la MAU, un movimiento de renovaciòn de la música venezolana -desde un punto de vista urbano- que se dio a comienzos de este siglo con seis agrupaciones: C4 Trío, Los Sinvergüenzas, Ensamble Kapicúa (del mismo Alvaro), enCayapa, Nuevas Almas y la Kamarata Jazz del pianista cubano-venezolano César Orozco.
De la MAU salieron varios talentos que pasaron a definir nuestro presente musical de la mejor manera: el revolucionario cuatrista Jorge Glem, el C4 Trío, el innovador maraquero Manuel Rangel, el renovador mandolinista Jorge Torres, el bajista Rodner Padilla (uno de los mejores de Venezuela) y el mismo Paiva Bimbo, residente hoy día en Los Ángeles, California, y miembro del equipo nominado al Oscar 2022 por la música de “Encanto”, la película de Disney.
En sus días de apogeo, bastante guerra que dio la MAU con múltiples inquietudes, siendo una de sus iniciativas más felices y publicitadas el Rock and MAU: una simbiosis en la que abordaban temas del rock y el pop venezolanos desde una perspectiva criolla, llevándolos al terreno del merengue caraqueño, del tambor de Patanemo, del joropo tuyero o del tamunangue larense, entre muchas otras travesuras.
Y esto con cantantes e integrantes de Caramelos de Cianuro, Los Amigos Invisibles, Viniloversus. La Vida Bohème, Malanga, Rawayana, Desorden Público, Los Mesoneros, entre otros.
Ante este singular y exitoso precedente que generó entonces varias presentaciones, discos y mucha prensa, «Todo de Aquí» se planteó generar tanta o más repercusión que la que tuvo el Rock and MAU.
Bloque 1 .
El show comenzó con una pieza de Simón Diáz: «Corral de Ordeño», con el dúo vocal Hel’manas de las morochas Constanza y Fernanda Cegarra, hijas de la violinista María Fernanda Montero. Acto seguido las relevó Chenzo Di Marzo con uno de los temas más movidos de Evio: «Muñeca de Porcelana», en la que el parecido con la voz de su papá sorprendió gratamente. Continuó César Gómez para interpretar «La Mala Intención», de Enrique Hidalgo, la poderosa voz de Hiyanú Alcántara (corista de Frank Quintero, Ricardo Montaner), haciendo suya «Tiempo», de Aditus, y la siempre oportuna Hana Kobayashi realizando otro tanto con «Poco a Poco», de Aldemaro Romero.
A todas estas, detallar la banda de soporte detrás de los cantantes era un banquete: Jorge Torres (mandolina), Manuel Rangel (maracas), Vladimir Quintero -Guaco- (percusión), Anthony Pérez (trompeta), Luis Freites -Andy Durán, MAU- (bajo), José David Lunar (cuatro), Alvaro Paiva Bimbo (guitarra), Luis Julio Toro -Gurrufío- (flauta), Ezequiel Serrano -creador del «sonido» Yordano- (saxo), Willie Croes -Yordano, Frank Quintero- (teclados), Juan Angel Esquivel (guitarra), Fernando Valladares -Guaco- (batería), Víctor Morles (oboe), Gregory Antonetti (piano), Pedro Marín -Caracas Sincrónica- (mandolina), Josué Pinto – director de la Simón Bolívar Big Band Jazz- (saxo), Eddy Pérez -Yordano-(guitarra), amén de otros invitados del mismo calibre.
Así, el siguiente turno fue para Mark Meléndez, que cantó en Guaco hasta hace poco, con las «Palabras del Alma» de Ilan Chester, Daniel Barón con una de las canciones más caraqueñas de Luis María «Billo» Frómeta: «Epa Isidoro», dedicada al último cochero que tuvo la capital; Mariana Serrano -hija de Ezequiel- en «Por Alguien Como Tú» de Carlos Moreán (que fue un éxito con Los Darts en los 70 y con Ilan en los 80) y, cerrando este Primer Bloque (así lo dividió Álvaro), el también «Guaco» -saxofonista- Rafael Greco, que no pudo montar lo que originalmente quería hacer y entonces armó un set improvisado de voz y percusión tipo guaguancó cantando dos composiciones suyas: «Mi Tío» (grabada por La Súper Banda de Venezuela) y «An Illusion», de su particular y recomendable disco solista «Dice Que Vive/ Signs of Life», que este reciente martes 31 de octubre se hizo con el Premio Pepsi Music 2023 como Mejor Disco de Jazz.
Bloque 2
¿Se recuerdan de Fernando y Juan Carlos? Bueno, el Segundo Bloque lo inició Juan Carlos Pérez Soto con una de las piezas de su otrora dupla con Fernando Osorio: «Aún paso por tu casa». Al concluir irrumpieron en el escenario las igualmente recordadas «Pomarrosa» Zeneida Rodríguez y Marina Bravo para recrear «Ahora», del maestro Otilio Galíndez. De esta manera vino otro clásico de la música «made in Venezuela»: «La Dama de la Ciudad» -de Frank Quintero, ¿hay que decirlo?- pero esta vez a cargo de Alfred Gómez.
Al terminar, Alfred invitó a uno de los cantautores venezolanos más queridos que no estaba anunciado: Guillermo Carrasco, y juntos cantaron «Siempre Escucha», una canción del primero grabada con Guillermo. Al finiquitar fue Carrasco el que permaneció en tarima para hacer una de las suyas: «Ya no estás aquí», que constituyó uno de los momentos más emotivos del evento porque se proyectaron imágenes de varias figuras emblemáticas de nuestra música que ya no están con nosotros: Simón Díaz, Aquiles Báez, Adelis Fréitez, Aldemaro Romero, Gustavito Márquez, Billo, Evio…
El concierto siguió en onda Aquiles Báez y las Pomarrosa regresaron para hacer «La Despedida» (del referido guitarrista y compositor). El cantante y colega periodista Angel Ricardo Gómez tomó el testigo en escena para interpretar otra composición de Aquiles: «Mi Pequeña». La secuencia la continuó su hermano César con Oswaldo Jiménez, personaje muy versado en música venezolana, para uno de los momentos más hilarantes y divertidos de la noche al entonar el trabalenguas «Los Dos Gavilanes», un merengue venezolano del «Carota, Ñema y Tajá» larense Adelis Fréitez que dice así:
En la curva de San Pablo
Casi llegando a Carora
Se formó la sampablera
Tenían una discusión
El gavilán de don Pío y el gavilán de Canela
Ay gavilán trabalengua
Ay gavilán tocuyano
Pío Alvarado y Canela se dan la mano
El gavilán de El Tocuyo le dijo al de Curarigua
Hace calor en Carora
Que los matos se protegen con la sombra de los chivos
Y cargan su cantimplora
El gavilán trabalengua le respondió al del Tocuyo
De una manera muy clara
Los tocu-tocuya-le-da-le-danos van tomados de la mano
Como hermane-da-le-danos con su cantaro-virano
Tamunangueándole y dándole
Por todiquitiquitiquiquitiquitico el Estado Lara
Imagínense: retaron al público para que se la aprendiera ahí mismo y que la cantaran con ellos, lo que fue un reto muy difícil generando toda una guachafa al mejor estilo venezolano..
Bloque 3
Mejor no pudo terminar el Bloque número 2 y el tercero y último lo abrió Andrea Paola con ropa muy colorida y haciendo con propiedad una creación de Henry Martínez, «El me dijo que yo». Luego vino el «Santoral» guaro Luis Alfonso Pernía para «Cómo Será», el popular tema de Jorge Luis Chacín. Y poco después la más veterana y consagrada de todas las figuras presentes en esta jornada: María Teresa Chacín, para otra de las piezas más conocidas de Aldemaro Romero con nombre de dirección caraqueña:»De Conde a Principal».
Las Hel´manas volvieron al tablado para sumarse a María Teresa con otra del repertorio del tío Simón: «Clavelito Colorado», cuya letra es de Alberto Arvelo Torrealba, una de las grandes plumas venezolanas.
Lo que vino a continuación comenzó a darle otro cariz al espectáculo y fue otra de las sorpresas de la noche: el núcleo básico y original de Desorden Público con su cantante Horacio Blanco, el bajista Jose Luis «Caplís» Chacín, el baterista Danel Sarmiento y el percusionista Oscar «Oscarello» Alcaíno. Arremetieron con «Combate», el surco y grito de batalla que abre su quinto disco de estudio, «Diablo» (2.000).
Horacio, como veterano y carismático frontman que es, no solo llevó la batuta de Desorden, sino también de toda la banda soporte y del público en general, poniéndolo a cantar y a hacer coros.
Otro punto de inflexión vino enseguida con Alfredo Naranjo, Edgar «Dolor» Quijada y El Guajeo en pleno, otra sorpresa más porque no estaban anunciados así, sino solamente Alfredo y «Dolor». La sabrosura afrocubana se adueñó del escenario y sonó un clásico de la salsa venezolana: «Bravo Rumbero», del legendario grupo Mango.
De esta manera y para cerrar regresaron Luis Alfonso Pernía y Chenzo, sumándose una de las más destacadas voces negras venezolanas: Betsayda Machado, para que sonara -y cómo- otro recordado hit venezolano: «Madera Fina», de Yordano. Si Chenzo emuló muy bien a su padre al comienzo de la función en «Muñeca de Porcelana», aquí hizo otro tanto igualando el timbre y el color vocal del tío.
Con todo esto por supuesto que tenía que haber un bis y, luego del religioso «¡otra, otra, otra!», vino la mejor y última sorpresa de la función que tampoco estaba anunciada: Francisco Pacheco con todo el elenco del show y un mosaico de los éxitos del referencial Un Solo Pueblo: Caracas, Caracas, La Matica, María Paleta y El Cocuy Que Alumbra.
Para toda Venezuela
«Todo de Aquí» resultó uno de los mejores espectáculos de todos los tiempos que se han hecho de música venezolana. Se juntaron e hicieron causa común varias generaciones de reconocidísimos músicos nacionales, y muchas canciones emblemáticas, en un show inolvidable y pleno de emociones.
Paiva Bimbo hizo este evento para sus padres, pero terminó siendo para toda Venezuela en una secuencia que, como sucede cada vez que se hace una selección, siempre va a haber alguien que apunta que faltaron determinadas canciones, o que en el lugar de «ésta» mejor se hubiera colocado «esta otra»…
La promesa era «Las canciones favoritas de Venezuela».
Por ejemplo, yo creo que faltó «Ansiedad» de Chelique Sarabia, no solo por su belleza (Miguel Ríos dixit), también por su trascendencia internacional. Y de Yordano hubiera escogido más bien «Manantial de Corazón» o «Por Estas Calles».
De los Desorden Público su gran éxito subiendo cerro, sonando en las radioemisoras populares y hasta versionado por la Billo´s Caracas Boys, fue «Tiembla».
«Moliendo Café», la canción venezolana más versionada a nivel mundial, sería otra ausente…
Pero en fin, nada desluce a «Todo de Aquí», que vino a marcar otro hito de la MAU y de lo que se hace en el país en materia musical, y del cual ya se están planificando nuevas funciones para diciembre.