El presidente de la Federación Nacional de Jubilados y Pensionados pidió al ministro del Trabajo, Francisco Torrealba, «una comisión bipartita entre los trabajadores que somos jubilados, pensionados y sobrevivientes; y el patrón que es el Seguro Social»
Muy bien que se aprueben los recursos para resolver las fallas de los servicios públicos, pero también es necesario atender a los seres humanos más vulnerables. Emilio Lozada, presidente de la Federación Nacional de Jubilados y Pensionados, aplaude lo que se acordó en México, pero también exige que los adultos mayores sean atendidos.
La semana pasada Lozada acudió a la Defensoría del Pueblo, en Caracas, para solicitar de nuevo que el Estado los escuche. Con una pensión de menos de 10 dólares al mes no es mucho lo que pueden hacer.
El monto mínimo de la pensión lo establece la Constitución, que dice que debe acordarse «en función de la canasta básica familiar», reiteró. Sin embargo, propuso que sea el gobierno el que fije un monto «y nosotros nos sentamos a discutir hasta dónde es posible que, con el monto que se defina, podamos sobrevivir, alimentarnos, tener medicamentos y tener nuestra recreación».
Todo eso «debe ser discutido en una mesa técnica», explicó.
«No estamos dispuestos a seguir esperando. Tenemos que seguir en las calles protestando», subrayó Lozada.
También pidió al ministro del Trabajo, Francisco Torrealba, «una comisión bipartita entre los trabajadores que somos jubilados, pensionados y sobrevivientes; y el patrón que es el Seguro Social, para una solución bipartita, y empezar a discutir algo de la pensión mínima del Seguro Social. Por algo empezaría».
Recordó que este año acudieron a la Vicepresidencia Ejecutiva con el mismo tema, «y ha sido una burla, una mamadera de gallo y no se ha hecho la comisión técnica».
Lozada reiteró que van a seguir presionando «porque los compromisos deben cumplirse en función de todos los trabajadores de la administración pública nacional, estadal y municipal».
Ante la Defensoría del Pueblo «hemos consignado 27 comunicaciones en el último año y no hemos tenido una letra de respuesta, como tampoco la hemos tenido de las solicitudes que hemos consignado en el resto de la administración pública». Hasta ahora «no se han dignado respondernos, pero que nos escuchen».
-¿De qué viven los pensionados?
-Los pensionados viven de la nada. La mayoría reciben alguna ayuda, peor hay otros que no aguantan más. El hambre es dura, la necesidad de una medicina acaba con la vida. Por eso decimos no al exterminio, porque estamos viviendo cerquita del exterminio, en ese precipicio, y queremos retroceder con vida. Queremos trabajar por la libertad y la democracia de Venezuela.
-¿Hay un plan de emergencia para los pensionados?
-Los planes están propuestos. Pero tenemos también que los que fueron a México de la oposición hablen, porque hemos escuchado que se va a arreglar el problema de la luz, el agua, el petróleo, inversiones. ¿Todos los ciudadanos vamos a ser supervisores de eso? Tenemos un cargo más: supervisores con hambre. ¿Y el dinero para pagar las prestaciones, y el dinero para pagar los ingresos que debe tener un jubilado y un pensionado nadie habla? Que nos digan dónde están los reales para esta primera necesidad. Necesitamos que recuperen los servicios públicos, pero también los pensionados necesitamos recuperar la vida.