En una noche cargada de emoción y batazos monumentales, Cal Raleigh, el receptor estelar de los Seattle Mariners, grabó su nombre en los libros de historia del béisbol al coronarse campeón del T-Mobile Home Run Derby 2025. Raleigh no solo se llevó el codiciado trofeo, sino que también se convirtió en el primer receptor en la historia en ganar el evento y el primer bateador ambidiestro en hacerlo de forma individual.
La victoria de Raleigh en el Truist Park de Atlanta fue particularmente significativa, ya que superó a un campo de poderosos bateadores, incluyendo al talentoso novato de los Rays de Tampa Bay, Junior Caminero, en una emocionante final. Raleigh conectó 18 cuadrangulares en la ronda final, superando los 15 de Caminero.
El camino de Raleigh hacia la gloria no estuvo exento de drama. En la primera ronda, se vio envuelto en un empate con Brent Rooker de los Atléticos de Oakland, ambos con 17 jonrones. La definición se resolvió por la longitud del batazo más largo, con Raleigh avanzando por apenas una pulgada, con un bambinazo de 470.61 pies frente a los 470.53 de Rooker. «Por un poquito, y no estaría ni entre los cuatro finalistas», comentó Raleigh con una sonrisa tras el ajustado desempate.
En las semifinales, Raleigh mantuvo su ritmo, eliminando a Oneil Cruz de los Piratas de Pittsburgh con un contundente 19 a 13. Cruz, por su parte, había impresionado en la primera ronda con un jonrón de 513 pies, el más largo de la noche.
Un aspecto conmovedor de la actuación de Raleigh fue la participación de su familia. Su padre, Todd Raleigh, exentrenador universitario, fue el lanzador durante todo el evento, mientras que su hermano menor, Todd Jr., de 15 años, estuvo detrás del plato, haciendo del Derby una verdadera celebración familiar. «Significa el mundo para mí», expresó Raleigh en la transmisión de ESPN, visiblemente emocionado por el apoyo de su padre y hermano.
La victoria de Raleigh es un hito notable, especialmente para un receptor, una posición más conocida por sus habilidades defensivas y su resistencia física que por su poder ofensivo. Sin embargo, Raleigh ha desafiado esa percepción con una temporada sensacional, liderando las Grandes Ligas con 38 jonrones antes del receso del Juego de Estrellas, el segundo mayor total antes de la pausa para cualquier bateador en la historia de la MLB, solo por detrás de Barry Bonds en 2001.
Además del trofeo y el reconocimiento histórico, Cal Raleigh se embolsó un premio de $1 millón y una cadena personalizada del Derby, un merecido galardón por su inolvidable actuación. Su triunfo no solo lo consolida como uno de los bateadores más poderosos de la liga, sino que también deja una marca imborrable en la rica historia del Home Run Derby.