Moscú continúa sus amenazas contra todo país exsoviético que tenga intención de abrazar aún más a la OTAN. Tras Finlandia y Suecia (que han solicitado el ingreso a la Alianza), ahora ha apuntado contra Polonia, país que acoge el mayor número de refugiados por la invasión rusa de Ucrania. La subida de tono de Rusia contra Varsovia coincide con la segunda visita de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, a Kiev.
El director a cargo de las relaciones rusas con Europa del Ministerio de Exteriores ruso, Oleg Tiápkin, afirmó este sábado que Rusia dará una respuesta proporcional y adecuada al incremento de las fuerzas de la OTAN en Polonia. «No podemos y no vamos a observar impasibles el incremento de las fuerzas de la OTAN en Polonia. Como siempre, la respuesta será proporcional y adecuada, dirigida a neutralizar las potenciales amenazas a la seguridad de Rusia», afirmó en una entrevista a la agencia rusa Interfax.
Polonia, que espera lograr de la próxima cumbre de la OTAN en Madrid más apoyos por la campaña militar rusa en Ucrania, cuenta con grupos de combate de la Alianza Atlántica desde 2017, con un contingente de más de 10.000 soldados de países occidentales.
Tiápkin recordó que «mucho antes del Maidán en Kiev de 2014, que se convirtió en el disparador que activó la espiral de acontecimientos trágicos en Ucrania, los sucesivos gobiernos de Polonia, independientemente de su color político, cada vez más insistían en el ‘fortalecimiento del flanco oriental de la OTAN'».