Para entender qué rol tiene este gen en la infección por el VIH, el equipo ha llevado a cabo varios experimentos en el laboratorio con células modificadas genéticamente para que expresaran o no el CHD1L
Este miércoles 2 de agosto, una investigación ha permitido identificar una nueva variante genética que favorecería una progresión más lenta de la infección por VIH, a partir de los resultados del análisis del genoma de 3879 personas de ascendencia africana y que viven con el virus.
La investigación de ámbito internacional ha sido publicada en la revista Nature y ha contado con la participación del Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa –centro impulsado conjuntamente por la Fundación “la Caixa” y el departamento de Salut de la Generalitat de Cataluña– y el hospital Clínic Barcelona-Idibaps, reseñó EFE.
El descubrimiento surge del estudio genómico de 3879 personas que viven con VIH y que tienen ancestros africanos.
Concretamente, el cambio se encuentra próximo al gen CHD1L situado en el cromosoma 1 y parecería afectar principalmente a los macrófagos, unas células con un rol clave en el sistema inmunitario y el mantenimiento de la persistencia del VIH, según han informado los investigadores este miércoles en un comunicado.
Hasta ahora, en los estudios precedentes realizados mayoritariamente con personas caucásicas, esta modificación genética no se había detectado, por lo que entender cuál es el rol de este gen en la infección por el VIH podría permitir darle un potencial uso como diana terapéutica.
El progreso de la infección por el VIH depende de la persona
El progreso de la infección por el VIH es diferente para cada persona, y puede depender de factores muy variados relacionados con el virus, el entorno o las características del huésped, como su genética.
El investigador ICREA en IrsiCaixa, Javier Martínez-Picardo, ha explicado que “hay personas que, a pesar de vivir con una infección activa por el VIH, la cantidad de virus que tienen en la sangre está por debajo del umbral estándar detectado en el resto de las personas que sufren la infección”.
Para poder entender el papel de la genética del huésped en este fenómeno, anteriormente el equipo ya había estudiado el genoma de 6000 personas que vivían en Europa y en América del Norte, y detectaron una variante en el cromosoma 6 vinculada al control del VIH.
“Ahora, nos quisimos centrar en personas de ascendencia africana para conocer también la genética de esta población, altamente afectada por la pandemia del VIH”, ha detallado el Consultor Sénior del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Clínic Barcelona, del Idibaps (Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer), del Ciberinfec (Centro de Investigación Biomédica en Red Enfermedades Infecciosas) y catedrático de Medicina en la Universitat de Barcelona, Josep Maria Miró.
El equipo investigador ha analizado, en el marco del Consorcio Internacional por la Genómica del VIH, el genoma de 3879 personas de ascendencia africana con infección por el VIH, y la cantidad de virus que tienen en la sangre en ausencia de tratamiento antirretroviral.
¿Qué variantes genéticas son?
De este modo, han podido identificar qué variantes genéticas están presentes en las personas que tienen menos virus en la sangre y, por lo tanto, controlan mejor la replicación del VIH.
“Hemos confirmado la presencia de la variante genética del cromosoma 6 que se había encontrado anteriormente en población de ascendencia europea, pero también hemos detectado una nueva en el cromosoma 1”, ha comentado Martínez-Picado.
En concreto, este cambio genético está muy cerca del gen CHD1L, y podría estar afectando su expresión.
Para entender qué rol tiene este gen en la infección por el VIH, el equipo ha llevado a cabo varios experimentos en el laboratorio con células modificadas genéticamente para que expresaran o no el CHD1L.
Así, han podido demostrar que, en las células que no expresan el gen, el VIH se replica con más dificultad y, concretamente, las células que se ven más afectadas son los macrófagos, involucrados en la activación de la respuesta inmunitaria y el mantenimiento del reservorio viral.
“A pesar de que todavía tenemos que determinar el mecanismo preciso por el cual este cambio genético consigue limitar la replicación del VIH, los resultados apuntan a que este gen interviene en etapas iniciales del ciclo del virus, y que su efecto se concentra específicamente en ciertas células del cuerpo”, ha explicado Miró.