La presidenta de la Sociedad Venezolana de Infectología, Patricia Valenzuela, indicó este lunes que la resistencia a los antimicrobianos aumenta en el país, en la región y a escala global. «Se exacerbó por la pandemia de COVID-19», porque se usaron antibióticos, era difícil hacer diagnóstico diferencial entre afecciones virales y bacterianas y se sumaron las largas estancias en terapia intensiva.
Valenzuela aclaró que una vez que se establecen los mecanismos de resistencia es difícil quitarlos. Instó, en entrevista con Unión Radio, a realizar el estudio de los gérmenes para administrar los medicamentos específicos.
Recordó que en Venezuela hay un programa de vigilancia de resistencia a los antimicrobianos: las infecciones urinarias por Echerichia coli son difíciles de tratar «porque nos estamos quedando sin opciones de tratamiento vía oral» y la bacteria es resistente en 50% a 60%.
Para las bacterias intrahospitalarias hay que tomar muestra del sitio de la infección para saber a qué es sensible, subrayó.
Las consecuencias de la resistencia bacteriana son variadas: Es posible morir por una infección generalizada, hay bacterias resistentes a todos los antibióticos «y en el país estamos cortos en disponibilidad de antibióticos». La médica pidió a la población no automedicarse, mantener la desinfección de manos. «La estrategia de restringir la venta ayuda, pero no es una medida aislada».