La principal causa de consulta y muerte en Venezuela es la cardiopatía isquémica, y por eso en todos los centros de salud debe haber atención expedita para estos pacientes, sostuvo el cardiólogo Carlos Ponte
El doctor Carlos Ponte, directivo de la Sociedad Venezolana de Cardiología, sostuvo este jueves que, según los estándares mundiales, la atención de un infarto debe ser en menos de 20 minutos, pero la Encuesta Nacional de Hospitales mostró que son 114 minutos. «Para eso se necesita que los centros de atención a los que lleguen pacientes con dolor torácico» puedan realizar varios exámenes, como los marcadores de necrosis; también, un electrocardiograma. «Con esos dos elementos, que no tardan más de 10 minutos en hacerse, se puede tener un diagnóstico».
Pero en los hospitales «no hay la posibilidad de hacer la troponina» ni un electrocardiograma, y en las clínicas, «a pesar de que puedan tener esas posibilidades, hay una serie de trabas burocráticas que retrasan» el ingreso.
El infarto ocurre porque una arteria se tapa por un coágulo de sangre, y eos hace que a una zona del corazón no le llegue sangre, detalló. «Mientras más tiempo pase, el área afectada es mayor», recordó. «Mientras más rápida sea la atención» y se comience el tratamiento «mayor probabilidad hay de destapar la arteria». Esto repercute en la mortalidad y en la calidad de vida, aseveró.
La Sociedad está realizando una encuesta nacional de cardiología, en servicios públicos y privados, para saber con qué recursos cuentan los hospitales para la atención de infartos. Para el mes de julio «esperamos comenzar a dar algunos de los datos», confirmó en entrevista con Unión Radio.
La adquisición de electro y marcadores de necrosis debe ser vista como una inversión en salud, aseveró el experto.