Las malas podas, la asfixia de las raíces son algunas acciones que afectan a los árboles y causan su caída, indicó
El rescatista Jacobo Vidarte recordó este martes que la manipulación de bombonas por personal no especializado aumenta el riesgo de accidentes como el sucedido en Petare el pasado lunes. «Si no sé manipularla, la tiro por la escalera, la arrastro por la calle, la dejo llevando sol» se carcome la base metálica y aumenta el riesgo de explosión, advirtió.
Lo primero, para evitar hechos que lamentar, «es que no lleven sol», enfatizó en entrevista con Unión Radio. «No puedo ponerla al lado del hidroneumático, porque cada vez que se enciende genera una chispa».
Ahora hay manipulación por parte de vecinos, del CLAP, de la comunidad, lamentó, e incluso las personas deciden «terminar de vaciarla», lo que incrementa la posibilidad de que algo inesperado ocurra.
Sobre las lluvias, el experto refirió que, para este año, se esperaban fuertes precipitaciones en Venezuela. Reportó que hubo colapso de vialidad que dejó incomunicado, este martes, un caserío en el estado Aragua. «Lo que pasó en los últimos 100 años puede volver a pasar», agravado por la falta de plantas y la urbanización, señaló.
Vidarte apuntó que la vialidad sufre con las lluvias, porque 80 milímetros de lluvia son 80 litros de agua en cada metro cuadrado de la zona donde se hizo la lectura de las precipitaciones.
Hasta botar la basura puede ser un problema, porque la lluvia arrastra las bolsas y obstruye los canales. «Había 20 drenajes y solo quedan 10 porque los demás están tapados», describió.
Los incendios forestales causaron un gran daño, alertó, porque hay menos árboles y «la posibilidad de deslizamiento es mucho mayor, porque la telaraña protectora natural, los árboles y sus raíces, fue fuertemente golpeada».
El rescatista planteó soluciones para los vecinos, tales como que los bomberos y grupos de rescate evalúen para la mitigación de riesgos. «Desde la familia hay que saber cuáles son los riesgos», acotó. «La seguridad es una costumbre basada en el estudio, la práctica y la constancia», aseveró.
Niveles elevados de agua, eventos previos en la comunidad, lluvia aguas arriba, entre otras, son señales de alarma, resumió Vidarte.
En cuanto a los árboles, apuntó que, dependiendo del riesgo, se deben abordar con poda, poda severa o tala. Destacó que ningún árbol puede ser podado solo por la presunción del riesgo. Las malas podas, la asfixia de las raíces son algunas acciones que afectan a los árboles y causan su caída, acotó- El peso de un árbol grande puede aumentar debido a las lluvias, y si está inclinado, puede desestabilizarse.
«La solución es estudiar con un profesional que diga» cómo hacer la poda.