El Ántrax, también llamado carbunco, es una de estas enfermedades infecciosas, causada concretamente por la bacteria Bacillus anthracis. A pesar de ser poco común, sus síntomas son graves y tiene una alta tasa de mortalidad en caso de no ser tratado
Este lunes 11 de diciembre, las autoridades sanitarias de Zambia conjuntamente con la Organización Mundial de la Salud, OMS; anunciaron un brote significativo de Ántrax que ya supera los 680 casos en la región
Se trata de una situación sin precedentes que ha activado una respuesta urgente desde el punto de vista preventivo, dirigido a frenar su expansión.
El alto movimiento de animales y la manipulación de cadáveres de estos dentro del territorio y también con sus países vecinos, de naturaleza poco restrictiva, supone un riesgo de propagación de las bacterias que causan la enfermedad del ántrax.
La OMS advirtió que las comunidades cuya subsistencia depende en gran medida de la actividad ganadera, podrían poner impedimentos al control de la enfermedad ya que no pueden permitirse la pérdida de su medio económico, un factor que temen más que al contagio.
La OMS destacó que el Ántrax no es exclusivo del continente africano, la bacteria que produce la afección está presente en la mayor parte del mundo en estado latente pudiendo infectar a los animales de pastoreo cuando éstos las ingieren.
Cabe destacar que el Ántrax, también llamado carbunco, es una de estas enfermedades infecciosas, causada concretamente por la bacteria Bacillus anthracis. A pesar de ser poco común, sus síntomas son graves y tiene una alta tasa de mortalidad en caso de no ser tratado.
Las bacterias causantes del Ántrax son formadoras de esporas, unas estructuras muy resistentes que les permiten sobrevivir en el medio ambiente durante largos periodos de tiempo.
Tras el contagio, las bacterias formarán colonias dentro de un periodo que variaría de unas pocas horas hasta las 3 semanas y la enfermedad se manifestará en una de las siguientes 3 formas según cómo haya sido la exposición:
- Ántrax cutáneo: en la zona expuesta aparece una llaga que produce picazón y que cambia su color a negro. Puede ir acompañada de otros síntomas como dolor de cabeza y muscular, fiebre y vómitos.
- Ántrax gastrointestinal: inicialmente se presenta como una intoxicación alimentaria que empeora, produciendo dolor abdominal intenso, vómitos de sangre y diarrea grave.
- Ántrax pulmonar: tiene una sintomatología inicial parecida al resfriado común que evoluciona a dificultades respiratorias graves y shock.
Aunque el ántrax pulmonar es el más grave de los tres tipos conocidos, la forma más común suele ser la cutánea debido a la manipulación de animales o partes de estos.
No obstante, el ántrax también se puede contraer mediante la inyección con una jeringuilla infectada, identificado principalmente en consumidores de sustancias ilegales. En este caso los síntomas son parecidos a los del ántrax cutáneo, pero podría existir una infección profunda debajo de la piel o en el músculo.
La manera de contrarrestar la enfermedad requiere de varios métodos y pruebas médicas para en principio, diagnosticar el ántrax, que requerirá de hospitalización en todos los casos humanos confirmados. El tratamiento más eficaz para esta enfermedad son los antibióticos, en concreto la penicilina, que reducen exponencialmente la tasa de mortalidad por debajo del 1%.
Las personas expuestas también pueden recibir tratamiento profiláctico para prevenir la aparición de la enfermedad. Otra forma de prevención son las vacunas, que están disponibles tanto para el ganado como para los humanos de forma limitada a aquellas personas que por su ocupación podrían estar expuestas a la bacteria de forma habitual.
Fuente National Geographic