La ministra para Ciencia y Tecnología compartió que recientemente un grupo de científicos de la Universidad de Nuevo México, hallaron microplásticos en los testículos humanos y de perros que podrían estar afectando a la reproducción
Venezuela figura entre los países con la menor incidencia de microplásticos, así lo manifiesta un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad de Cornell en Estados Unidos.
El estudio, que analizó la absorción de microplásticos en 109 países, reveló que Paraguay, Pakistán, Siria y Bolivia también lideran la lista con la menor tasa de consumo de microplásticos.
Mientras tanto, la investigación determina que en Malasia e Indonesia Filipinas, Vietnam, Tailandia y Laos son los países que mayor cantidad de microplásticos ingieren al mes, alrededor de 15 gramos.
Al respecto, la vicepresidenta sectorial de Ciencia, Tecnología, Educación y Salud, Gabriela Jiménez Ramírez, indicó que la presencia de microplásticos es “un problema ambiental y de salud de primer orden”.
En su cuenta en la red social X, destacó que aunque aún no abundan los estudios sobre la toxicidad de estos nanoresiduos, se sabe que los humanos ingieren entre 0,1 y 5 gramos de microplásticos cada día. Esta situación se genera por ingesta directa a través del agua y los alimentos.
Añadió que el “Mediterráneo es una de las áreas del mundo con mayor acumulación de plásticos. En sus aguas superficiales, se han encontrado hasta 84.800 microplásticos por km², así como 300 por kilogramo de sedimento marino y 59 por kilogramo de arena de playa”.
“Los microplásticos son un residuo omnipresente ya en todo tipo de ecosistemas”, destacó.
En ese sentido, la ministra para Ciencia y Tecnología compartió que recientemente un grupo de científicos de la Universidad de Nuevo México, hallaron microplásticos en los testículos humanos y de perros que podrían estar afectando a la reproducción.
Señaló que la investigación mostró correlación entre la alta contaminación con estas partículas y la disminución en la producción de esperma.
Además, destacó que diversas investigaciones han revelado que los microplásticos alojaban en los intestinos, provocando el crecimiento de bacterias nocivas para el sistema digestivo.
Igualmente, informó que estudios han revelado que los microplásticos han alcanzado el torrente sanguíneo, lo que significa que pueden viajar por el cuerpo y alojarse en distintos órganos vitales.
“El microplástico genera preocupación ya no solo por su posible impacto en el sistema reproductor humano, sino en muchos otros aspectos de la salud”, puntualizó.
Estas investigaciones subrayan la importancia de abordar la contaminación por microplásticos desde una perspectiva global y local.