Cuando la mujer se ve con sus dos mamas operadas el impacto emocional es enormemente positivo”, según señala la Sociedad Anticancerosa de Venezuela (SAV)
En Venezuela mueren cada día 10 mujeres por cáncer de mama y se diagnostican más de 8.600 casos al año, según registros de la Sociedad Anticancerosa de Venezuela (SAV).
En el marco del mes «Octubre Rosa» en relación a la lucha contra el cáncer de mama, el cirujano plástico, estético y reconstructivo Carlos Ortega Plata señaló que uno de los factores que contribuyen a la mejoría de las pacientes es la reconstrucción de las mamas a las que se ha extraído un tumor.
Ortega Plata explicó que actualmente se pueden combinar, en una misma intervención, la extirpación de un tumor y la reconstrucción de la o las mamas para así evitar el efecto negativo que en las pacientes puede tener el ver la herida y cicatriz de la operación y además, de la necesidad de hacer una segunda intervención para la reconstrucción.
“Cuando se escucha la palabra cáncer está el miedo a la muerte, rápidamente la persona piensa ‘un tumor en la mama, mastectomía, quítamelo’ y el oncólogo y el mastólogo hacen en su trabajo; pero luego, cuando la mujer se ve sin la mama o sin la lesión y se ve eso hundido, dice ‘¿y ahora?’ A ella le decimos, ‘salimos de lo que haya que hacer, quimioterapia y radioterapia y después usted se reconstruye’”, expresó el especialista.
Sostuvo que, aun cuando mucha gente critica la reconstrucción, porque piensan que se trata de una banalidad ya que tiene un componente estético, el efecto psicológico ayuda en la curación.
Aclaró que la parte reconstructiva se debe poner de último en la fila (de pasos a dar).
Aseguró que, cuando se hacen los dos procedimientos simultáneamente se observa que cuando llegan las pacientes al centro de salud “todo el mundo tiene cara de velorio”, pero cuando la persona sale y se ve sus mamas reconstruidas, todos le dicen “¿pero ya, va no te quitaron la mama?” y es porque le pusieron una prótesis o un “colgado”, que consiste en usar un segmento de piel, grasa y músculo del abdomen o la espalda y colocarla en el lugar del seno.
“Cuando la mujer se ve con sus dos mamas operadas el impacto emocional es enormemente positivo”, subrayó.
Añadió que con las condiciones de salud que existen en Venezuela, con pocos sitios disponibles para sesiones de radioterapia o cirugía, existen más razones para hacer en un solo acto todo lo que se pueda.
“El equipo es oncoplástico, oncólogos mastólogos y cirujano plástico trabajando a la vez”, señaló Ortega Plata.
Destacó que se requiere que los integrantes del equipo médico tengan empatía con el campo y trabajo del otro.
“El oncólogo quiere curar a la paciente, quitar el tumor, él no piensa mucho en la reconstrucción, dice ‘te lo puedes hacer después’, pero resulta que ese periodo que pasas sin la mama puede ser hasta peor que la misma enfermedad”, aseguró.
Enfatizó en la necesidad que tienen todas las mujeres a partir de los 35 años de hacerse sus estudios, mamografía y ecosonograma anualmente.
Con información de Unión Radio