Catalogan de “fantasía ministerial” las clases a distancia, pues muchos estudiantes y profesores no cuentan con internet, electricidad o dotación de equipos de computación
La Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios de Venezuela (Fapuv), rechazó el plan “Universidad en Casa” anunciado por el Ministerio de Educación Universitaria, ante la pandemia del coronavirus, que se extenderá hasta el mes de agosto, y señaló que no ha sido presentado ni consultado con las autoridades y profesores de las casas de estudio, acción que arremete contra la autonomía universitaria y la libertad de cátedra.
A través de un comunicado, la Fapuv afirma que el Ministerio de Educación Universitaria “no tiene cualidad” para ofrecer el plan Universidad en Casa, ni posee elementos para afirmar que el 95% de las universidades se sumaron al mismo.
“En las actuales condiciones del país, es imposible la ‘Universidad en Casa’, por múltiples razones, todas ellas atribuibles a la pésima gestión del Ejecutivo Nacional y de su Ministerio de Educación Universitaria”, dice parte del texto. Indican que no hay condiciones mínimas para cumplir con el proyecto pues “la planta física, los laboratorios tecnológicos y los institutos especializados en desarrollo de tecnologías de la información y la comunicación de las universidades venezolanas se encuentran en franco deterioro, producto de años de cerco presupuestario, y de la inseguridad en el campus”.
Agregan que las universidades no pueden tener operativas las plataformas tecnológicas por falta de servicios elementales como electricidad. “Esta grave situación demuestra lo negativa y peligrosa que resultó para la Nación la política de cerco económico y de hostigamiento permanente contra las universidades y sus comunidades”, agrega.
Indican que hay una elevada proporción de estudiantes y profesores que no tienen conexión a internet y muchos sufren constantes cortes eléctricos. “Los salarios pulverizados, la salud precaria, el peligro de contagio por COVID-19, la cuarentena sin producción, sin ingresos, sin alimentos, sin gasolina y sin agua, son el contexto de la fantasía ministerial de unas supuestas clases a distancia, a ser dictadas sin internet, sin electricidad y sin dotación de equipos de computación”.
Por otra parte, señalan que por la naturaleza de algunas carreras muchas asignaturas se deben impartir en la modalidad presencial, como aquellas que incluyen prácticas de laboratorio y clínicas y las que requieren de un componente práctico y profesional, talleres, servicio comunitario y trabajos de grado experimentales y de campo. Y en los casos en que sí es posible, se debe evaluar la viabilidad de esta modalidad y someterla a discusión en las casas de estudio, las cuales en base a un análisis de condiciones debe reprogramar.
También piden considerar una revisión de las remuneraciones de los docentes, y exigen el pago de un bono compensatorio mensual de 300 dólares para todos los profesores universitarios activos y jubilados, y piden una dotación de recursos económicos, medicinas e insumos a los institutos de previsión universitarios de cada casa de estudios. Señalan que la modalidad de educación desde casa solo se adoptará donde existan las condiciones y de común acuerdo entre profesores y estudiantes, y ratifican es a los consejos universitarios a los que les corresponde reprogramar el período académico.