«Se están llevando detenidos a técnicos porque alguien los señala», y esto ha ocurrido «con 25 a 30 trabajadores solo en la región capital» en los últimos dos meses y medio, indicó el secretario general del sindicato, Joan Chávez
Cuando Joan Chávez, secretario general del sindicato de trabajadores de la Cantv, tomó la palabra el pasado miércoles al cierre de la marcha convocada por varios gremios, sus propios compañeros de lucha comenzaron a gritar, medio en broma y medio en serio, que «no hay internet», «el teléfono no sirve». Ese es uno de los problemas de la telefonía, mas no el único.
El sindicato de trabajadores de la Cantv denunció lo que califica como la criminalización y persecución del personal.
Tanto Chávez como Henry Guaregua, secretario de reclamos, y Pedro Cabello, secretario de actas, informaron que no pretenden «tapar» las irregularidades en las que algunos puedan incurrir, pero «sí defendemos el derecho a la defensa».
Según Chávez «se están llevando detenidos a técnicos porque alguien los señala», y esto ha ocurrido «con 25 a 30 trabajadores solo en la región capital» en los últimos dos meses y medio.
Cita un caso emblemático, el de Héctor López, detenido hace una semana. «Se llevaron al trabajador de la central», supuestamente lo detuvo la Dgcim y está en la sede de la PNB en San Agustín. «Lo que dicen ellos es que está en hechos de corrupción. ¿Cuál es el hecho de corrupción?», interroga.
Para López «pedimos justicia, que se lleve el proceso. ¿Es culpable de qué?». Guaregua instó a que se cumpla con el debido proceso.
Las mesas técnicas de telecomunicaciones se han tergiversado, alertan, porque si alguien de una mesa tiene un problema personal con un trabajador, lo acusa. Y es su palabra la que se impone.
«Para nadie es un secreto la situación que se viene presentando con el cobro indebido por algunos técnicos. No queremos justificar el hecho, pero hemos intentado por todas las vías que el Ejecutivo Nacional y la misma gerencia de Cantv se aboquen a solucionar el problema grave que existe con el salario, porque siendo una empresa sustentable se puede dar correcciones», indicó Chávez.
Hubo un aumento de tarifas, refirieron, que hicieron que más de un usuario pusiera el grito en el cielo: «Personas que pagaban entre seis u ocho bolívares empezaron a pagar 40», y las autoridades reconocieron «el error grave que cometieron con la facturación». Pero a los usuarios no le entregan la factura detallada. «Nosotros dijimos que eso es una estafa, se está estafando a los clientes».
Esos aumentos, detalló, no se convierten en inversión, «porque el servicio es pésimo», y tampoco se destinan a los salarios, porque «un trabajador gana entre 6, 8 o 10 dólares». Prueba de ello es que un jubilado «cobró 42 bolívares, esas son sus utilidades».