Dorkis Muñoz, pensionada del Metro de Caracas y coordinadora nacional de jubilados y pensionados de la Coalición Sindical Nacional, pide que instalen mesas de resolución de conflictos
Un plan para la recuperación del Metro de Caracas notificó el pasado 1 de septiembre el mandatario Nicolás Maduro. La pregunta que se hace Dorkis Muñoz, pensionada del Metro de Caracas y coordinadora nacional de jubilados y pensionados de la Coalición Sindical Nacional, es cómo quedan los jubilados del sistema en esos anuncios.
Maduro anunció «que se va a inyectar una gran cantidad de dinero para la recuperación del Metro de Caracas, pero desconocemos detalles sobre esto», explica Muñoz. «Los trabajadores estamos completamente fuera del contexto de esa información».
De recuperar el capital humano «no se dice nada», critica la dirigente. «Hay murmuraciones de pasillo, estuvieron iraníes paseando con delegados del sindicato, paseando por todas las instalaciones. No sabemos la finalidad. Dicen que ellos se van a encargar de un porcentaje alto de una empresa estratégica como el Metro, pero nadie dice nada de eso. El miedo de los trabajadores es qué va a pasar con nosotros, porque cuando se hablaba de que lo iban a comprar los chinos, se dijo que los chinos no querían chatarra pero tampoco querían pasivos laborales. La situación del trabajador es lamentable en lo laboral y lo humano. Ese miedo se apodera de nosotros, porque no sabemos qué va a pasar con los activos que quedan, pero sobre todo, con los jubilados y pensionados».
Muñoz describe con lujo de detalles la crisis en la que se encuentran los jubilados. «Tengo un compañero que lleva más de un año tratando de reunir para hacerse un cateterismo, y una compañera con cáncer que rifó un teléfono para seguir con su tratamiento». Critica que se pretenda resolver el problema con un servicio médico que, como lo asegura, no está en capacidad de atenderlos a todos.
Según sus cálculos hay unos 3 mil jubilados que pueden cobrar unos 133 bolívares (en el rango más bajo), aunque no saben a ciencia cierta los conceptos que les pagan. «El punto más alto no llega a 500 bolívares mensuales. Nosotros somos, probablemente, el sector más deprimido de la administración pública».
Si Maduro dice que está para defender a los trabajadores «que lo cumpla», insiste Muñoz, y llama a que se discuta la nueva contratación colectiva, se garantice la entrega de alimentos sin discriminación y se derogue el instructivo Onapre «que nos rebanó» el sueldo.