«El paciente se muere por la inflamación, no por la neumonía», explica el neumonólogo Andrés Orsoni, jefe de cuidados intensivos del Grupo Médico Santa Paula.
Cuando el coronavirus SARS-CoV-2, se convirtió en un integrante más del mundo eran los pulmones su blanco favorito. Con miles de muertes a las espaldas, la experiencia indica que el problema es la inflamación en todo el organismo.
«El paciente se muere por la inflamación, no por la neumonía», explica el neumonólogo Andrés Orsoni, jefe de cuidados intensivos del Grupo Médico Santa Paula.
La primera víctima de la COVID-19 en Estados Unidos, Patricia Dowd, murió porque, literalmente, le estalló el corazón.
«El músculo cardiaco estaba infectado, eso fue lo que causó la ruptura de su corazón. El sistema inmunitario estaba atacando al virus y al atacar el virus dañó el corazón y luego el corazón básicamente estalló», afirmó la doctora Judy Melinek, según una nota de Marca.
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https://us.marca.com/claro/mas-trending/2020/04/28/5ea86a7c22601d5e598b45d0.html
En los primeros días de abril, el Ministerio de Sanidad de España difundió una actualización científica en la cual se habla de la liberación de citoquinas y de cómo se va inflamando. «Los pacientes de COVID-19 puede sufrir un síndrome de liberación de citoquinas. El síndrome de liberación de citoquinas (CRS por sus siglas en inglés), también denominado tormenta de citoquinas, es un síndrome causado por una respuesta inflamatoria sistémica mediada por citoquinas que puede desencadenarse por una variedad de factores como infecciones y algunos medicamentos. Las citoquinas son proteínas solubles que actúan sobe las células del sistema inmune y que regulan la activación, proliferación y reclutamiento celular. El CRS se produce cuando se activan grandes cantidades de leucocitos (neutrófilos, macrófagos y mastocitos) y liberan grandes cantidades de citoquinas proinflamatorias», explica el documento.
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Andrés Orsoni detalla que la Covid-19 tiene un componente pulmonar importante, pero es sistémica. Ahora se sabe porque los italianos comenzaron a hacer autopsias (al contrario de lo que decía la OMS) y consiguieron cosas nuevas que los chinos no reportaron, aseveró.
No se mueren los pacientes por neumonía como tal, aclara. Lo que se produce es una tomenta de citoquinas que causa inflamación, también pulmonar.
Esto llevó a cambiar los tratamientos, y a usar esteroides y anticoagulantes antes de que las personas se compliquen.
Que China haya dicho o no haya dicho todo, o que haya dicho verdades a medias, se entiende por el régimen en el que viven, comenta Orsoni, pero no entiende por qué la OMS tardó en decir que era una pandemia, y por qué no cambian los protocolos.
Es muy importante, apunta Orsoni, romper la tormenta de citoquinas. Ese es el camino hacia la mejoría.