Un diagnóstico de cáncer viene acompañado de un mar de dudas y preocupaciones. Entre las más comunes: la disponibilidad de tratamientos efectivos, sus costos y los posibles efectos secundarios. Para ofrecer claridad y esperanza, conversamos con el Dr. José Manuel Olivares, especialista en Radioterapia Oncológica y Medicina Nuclear, quien desde Caracas aplica técnicas de vanguardia para tratar diversos tipos de cáncer.
En esta entrevista, el Dr. Olivares despeja, con lenguaje claro y directo, las incógnitas más frecuentes de pacientes y familiares.
–Doctor, la primera y gran pregunta que muchos se hacen: ¿Realmente existe en Venezuela la tecnología necesaria para tratar el cáncer con efectividad?
–La respuesta es un sí rotundo. Quiero ser muy enfático: en Caracas, contamos con una tecnología de primer mundo para el tratamiento oncológico. Instituciones como el CDD Las Mercedes, Oncorad, el Centro Médico Docente La Trinidad, y hospitales como el de Clínicas Caracas o el Centro Médico de Caracas, están equipados con aceleradores lineales modernos y equipos de imagenología avanzada. La calidad de los tratamientos que ofrecemos aquí es comparable con la de los mejores centros de América Latina.
–Hablemos de un tema crucial, el costo. ¿A qué precio puede acceder un paciente a un tratamiento de radioterapia en el país?
–Es una pregunta fundamental. El costo de la radioterapia en Caracas no es único; varía significativamente según la tecnología de precisión que requiera cada caso. No es lo mismo un tratamiento convencional en 3D que uno de radioterapia de intensidad modulada (IMRT) o radioterapia corporal estereotáctica (SBRT), que son mucho más precisos. En términos generales, un plan de radioterapia completo puede oscilar entre los $3.000 y $8.000, dependiendo del centro médico y, sobre todo, de la complejidad tecnológica que el plan de tratamiento del paciente exija para ser exitoso.
–Existe mucha confusión entre la quimioterapia y la radioterapia. ¿Cuál es «más fuerte» o tiene más efectos secundarios?
–Este es un mito muy común que es importante aclarar. Son terapias completamente diferentes y, a menudo, se usan de forma complementaria para potenciar sus efectos. La quimioterapia es un tratamiento sistémico (recorre todo el torrente sanguíneo), lo que puede generar efectos secundarios generalizados como náuseas, vómitos o caída del cabello. La radioterapia, en cambio, es un tratamiento localizado y de alta precisión. Sus efectos se limitan casi exclusivamente al área que estamos tratando. Por ejemplo, no causa caída del cabello a menos que irradiemos la cabeza, y no suele producir náuseas generalizadas. Su precisión es su mayor ventaja.
–¿La duración del tratamiento es indicativo de la gravedad? ¿Cuánto tiempo suele durar la radioterapia?
–Es vital que los pacientes lo entiendan: el número de sesiones no refleja para nada la gravedad del cáncer. La duración la define el protocolo médico internacional estandarizado para cada tipo de tumor. Hoy, la tecnología nos permite ser más eficientes. Por ejemplo, para el cáncer de mama, aplicamos el esquema FAST Forward, que se completa en solo 5 sesiones. Para próstata, pueden ser 28, y una radiocirugía cerebral o de cuerpo puede ser única o en 5 sesiones. Lo que buscamos es la máxima efectividad con el menor impacto en la vida del paciente.
-¿Qué se siente durante una sesión y qué cuidados debe tener el paciente después?
–Durante la sesión en el acelerador lineal, el paciente no siente absolutamente nada. Es similar a tomarse una radiografía. El proceso de posicionamiento es lo que lleva más tiempo; la irradiación en sí dura entre 5 y 15 minutos. Posteriormente, se puede llevar una vida normal. El efecto secundario local más común es la radiodermitis (enrojecimiento de la piel, como una quemadura solar). Las recomendaciones clave son: usar jabón neutro para bañarse y evitar aplicar cremas, perfumes o desodorantes en el área tratada sin supervisión médica.
–El futuro ya está aquí. ¿Podría explicarnos qué es la Teragnosis y si estará disponible pronto en Venezuela?
–La Teragnosis es, quizás, el avance más emocionante de la medicina nuclear oncológica. Es una estrategia que une el diagnóstico y la terapia en un solo paso. Se utiliza una molécula que busca específicamente las células tumorales; primero se marca con un trazador para localizarlas con un PET-CT (diagnóstico) y luego se marca con un isótopo terapéutico para destruirlas (terapia). Ya lo hacemos con el yodo radiactivo para el cáncer de tiroides. Ahora, para el cáncer de próstata avanzado, ya existen moléculas como el PSMA que permiten esta estrategia. Estoy seguro de que estamos muy cerca de implementarla de forma más amplia en Venezuela.
–Para cerrar, doctor, y desde su experiencia, ¿dónde se encuentra la tecnología más avanzada de radioterapia en Venezuela?
–Me formé en el Hospital Universitario de Caracas y tengo un profundo respeto por todos los centros del país, que cuentan con grandes profesionales. Sin embargo, debo reconocer que en el CDD de Las Mercedes hemos logrado integrar un parque tecnológico sin igual. Contamos con equipos de última generación como el resonador magnético de 3 Tesla y el acelerador lineal Harmony Pro, que es de los más modernos de toda Latinoamérica. Combinar esta tecnología con un equipo humano de excelencia nos permite ofrecer una opción terapéutica de primer nivel para los venezolanos. Es una ventaja inmensa que debemos valorar.
