Si el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hubiese lanzado un ramo de flores en la mitad de la calle no habría tenido tanto impacto como su anuncio público de vincular el paracetamol con el autismo. Su recomendación de limitar el uso de paracetamol durante el embarazo generó el rechazo de la Organización Mundial de la Salud, de los laboratorios de medicamentos y de otras figuras públicas.
Expertos venezolanos también manifestaron su desacuerdo con los comentarios del mandatario estadounidense. La Sociedad Venezolana de Neurología y el capítulo de neurología y neurodesarrollo de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría aclararon, en el contexto del LXXI Congreso Venezolano de Puericultura y pediatría realizado en Valencia, que no existe consenso científico nacional o internacional que vincule el uso de acetaminofén durante el embarazo con el autismo.

En un comunicado, avalado por el pediatra Julio César Márquez, se resalta que los señalamientos de la Administración Trump han generado alarma «entre madres, padres y cuidadores» por la supuesta relación causal entre el acetaminofén y el autismo.
Llamaron a entender que una asociación no implica una relación causa-efecto.
Como lo destacó EFE, Trump limitó el uso de Tylenol en mujeres embarazadas y recién nacidos al asociarlo con el autismo a pesar de las críticas del sector médico.
El pasado 22 de septiembre el presidente de EEUU insistió en una premisa: «No consuman Tylenol, no se lo den a los niños».
«Hay un rumor, que no sé si es cierto o no, de que en Cuba no tienen Tylenol porque no tienen dinero para ello y virtualmente no tienen autismo. Y hay otras partes del mundo que no tienen Tylenol y no tienen autismo. Eso ya dice mucho», sostuvo Trump.






