Cada año nacen 200 a 300 niños que necesitarían un implante, apuntó el experto Juan Armando Chiossone
El doctor Juan Armando Chiossone, experto en implantes cocleares, indicó este martes que el implante coclear se puede colocar en personas con sordera profunda, pacientes con audición residual y otras condiciones. «El cliché de que es solamente para la persona completamente sorda ya no es indicación», aclaró en entrevista con Unión Radio.
El implante es un dispositivo electrónico que se coloca en la parte interna y en la parte externa de los pacientes, describió. «Va a restituir el puente roto». La parte interna debe ser de por vida, apuntó, y puede mantenerse; solo se actualiza la parte de afuera.
El tratamiento «sigue siendo una deida, una deida también para los países desarrollados». En Venezuela habría que implantar entre 300 y 500 niños al año, y hay por lo menos 2.500 o 3 mil personas que esperan por el implante. «No ha sido un tratamiento masivo», aclaró.
La cirugía, en EEUU, puede variar ente 20 mil y 50 mil dólares por paciente.
Recordó que la cóclea es una estructura muy delicada que cumple una función fundamental: es el transductor de la audición. «El sonido, que es un fenómeno físico, debe ser convertido en impulsos eléctricos y eos ocurre en la cóclea, en las células receptoras que se mueven con la vibración del sonido», explicó. Es un órgano muy especializado que se puede ver afectado desde antes del nacimiento, al momento del nacimiento por infecciones como la meningitis o por condiciones posteriores como la exposición al ruido o a fármacos como quimio o antibióticos.
Uno de cada mil nacidos vivos nace con algún grado de sordera; es más frecuente que el hipotiroidismo, resaltó, por lo que hay que pensar en la detección temprana «y en hacer el despistaje neonatal auditivo obligatorio».
Chiossone es profesor de la Universidad de Miami y forma parte de un grupo de otólogos en el cual se trabaja con implantes cocleares.