El nombre de Venezuela se alza con orgullo este año gracias a la enfermera María Teresa Párima, quien ha sido distinguida con la Medalla Florence Nightingale, el más alto reconocimiento internacional en el ámbito de la enfermería, otorgado por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
Con 94 años de edad y una trayectoria de 74 años de servicio ininterrumpido, Párima se convierte en la primera venezolana en recibir esta prestigiosa distinción. La ceremonia de entrega se celebró el pasado 18 de octubre en el Centro Cultural Chacao, en Caracas, en un acto conjunto entre la Cruz Roja Venezolana y el CICR.
Durante el evento, el presidente de la Cruz Roja Venezolana, Dr. Luis Manuel Faría, expresó: “Me honra entregar, junto al Comité Internacional de la Cruz Roja, la más alta distinción que puede recibir una enfermera en el mundo. Hoy esa distinción llega a manos de una venezolana extraordinaria, la enfermera María Teresa Párima”.
Nacida en el estado Anzoátegui en 1931, María Teresa Párima ha dedicado su vida al cuidado de los más vulnerables, ejerciendo actualmente como directora del Departamento de Enfermería del Hospital Carlos J. Bello de la Cruz Roja Venezolana, donde continúa atendiendo pacientes. Su labor ha sido ejemplo de vocación, liderazgo y compasión, inspirando a generaciones de enfermeros, voluntarios y voluntarias de la institución.
En su discurso de agradecimiento, Párima reflexionó sobre su trayectoria: “Dicen que el tiempo pasa rápido y es cierto, 74 años han volado, pero la alegría de ver a un paciente recuperarse o mejorar a manos de una enfermera que abraza esta condición con honor es un sentimiento que el tiempo no logró desgastar”.
La Medalla Florence Nightingale, creada en 1912, se otorga cada dos años a profesionales de enfermería que han demostrado un servicio ejemplar en contextos humanitarios, conflictos armados o desastres naturales. El reconocimiento a María Teresa Párima no solo celebra su entrega personal, sino que también enaltece el compromiso de la Cruz Roja Venezolana con la salud y la humanidad.






