En el municipio Libertador el dibujo de la opción opositora está complicado y la lista de aspirantes a la Alcaldía es muy larga. En este momento todos los movimientos y partidos se reúnen, todos hacen fuerza para tratar de tener la mejor posición
Caracas es grande y está compuesta por varios municipios y es una realidad compleja de leer políticamente por lo variopinta de su condición.
El municipio Libertador siempre será una de las joyas de la corona de cualquier evento electoral por su densidad poblacional y por ser el asiento de los poderes públicos.
Ganar Caracas, de la quebrada Chacaito hacia el oeste, es un punto de honor para el oficialismo. Se trata de defender el perímetro de seguridad de Miraflores y demostrar su fuerza en las zonas populares de la capital.
Lo sucedido en 2015, cuando perdieron los diputados de las zonas populares como Catia y el 23 de enero, es una experiencia que marcó al chavismo y lo tiene alerta en esta zona del país.
Para la oposición es una aspiración. Sería «latirle en la cueva» al adversario. Quien gana Caracas se hace presidenciable y si pierde bien… también es presidenciable.
Esa es la complicación que existe para la definición de un candidato unitario en Caracas por el lado opositor.
La posibilidad de acuerdos entorno a alguien en Caracas pasa por los proyectos de mediano plazo de los líderes nacionales que también hacen cálculos mirando 2024. Vencer al chavismo en noviembre pareciera, por lo menos en este momento, un objetivo subalterno.
En este escenario llueven nombres para el Municipio Libertador y el movimiento en el tablero político está cada vez más activo.
Hay peones, alfiles, torres y caballos que se mueven en las casillas. Unos por cuenta propia. Otros tienen una organización o un programa comunitario que los proyecta y les da herramientas para exigir un espacio.
Unos más modestos evalúan y miden los tiempos para hacer su jugada y tratar de “caer parados” en cualquier circunstancia. Más allá algunos partidos buscan figuras que pudieran ser opciones para generar un candidato ganador que le garantice una votación importante y lo coloque en una posición de fuerza para negociar.
Los nombres van desde activistas sociales pasando por políticos de partidos nacionales hasta personajes influyentes en la opinión pública independientes
¿Quiénes están en la cancha?
Al ruedo de manera formal han saltado varios con distintas características.
Antonio Ecarri picó adelante y con su Alianza del Lápiz lanzó su candidatura que ha sido respaldada por algunas organizaciones como Puente Venezuela liderado por Hiram Gaviria.
Ecarri no habla de primarias y en el lanzamiento de su candidatura dijo que estaba abierto a los apoyos “pero aquí hay un letrero que dice: se reserva el derecho de admisión”.
En la Alianza Democrática, Avanzada Progresista propuso el nombre de la dirigente Maribel Castillo quien tiene un trabajo en Caracas y también es diputada suplente a la Asamblea Nacional.
Por otro lado surgen nombres de activistas sociales, unos militan en partidos de oposición otros no, pero llevan adelante acciones y organizaciones vinculadas con los vecinos sus carencias y necesidades.
Así se meten en el radar de las candidaturas nombres como el de Carlos Julio Rojas del Frente en Defensa del Norte de Caracas.
El dirigente social y expreso político tiene un trabajo con las comunidades y es muy activo dirigiendo movilizaciones para exigir los derechos de los ciudadanos.
Por otro lado hay dos jóvenes de Primero Justicia que tienen un trabajo social sostenido y todavía ninguno ha hablado de candidatura pero sus nombres suenan y están en el tablero.
Jesús Armas trabaja desde la organización Monitor Ciudad y tiene un diagnóstico sobre los problemas fundamentales de Caracas.
Por otro lado está Roberto Patiño con su movimiento Alimenta la Solidaridad que la semana pasada hizo una movilización en el sector de La Candelaria y señaló que “Caracas se puede ganar”. Sentenció que debe haber unidad y él está generando el espacio de discusión “en la calle”.
Desde Voluntad Popular Gilber Caro había manifestado su disposición a pelear la Alcaldía de Libertador, sin embargo ahora se encuentra en la clandestinidad porquesobre el pende una acusación hecha por el dirigente del PSUV Jorge Rodríguez quien lo vincula con los hechos de la Cota 905.
Por su parte el dirigente político de Prociudadanos puso nombre en la competencia, desde la acera opositora, por la Alcaldía del Municipio Libertador.
Desde los espacios de la facción adeca que dirige Henry Ramos Allup se propone al dirigente nacional de esa tolda Carlos Prosperi quien ha estado movilizándose por todo el país y ahora se ha concentrado en la ciudad capital.
En el escenario entra también otro jugador que se ubica en la esquina del chavismo disidente y Eduardo Samán quien está siendo promovido por la Alianza Popular Revolucionaria (APR) integrada por el Partido Comunista de Venezuela, el PPT vinculado con Rafael Uzcátegui y movimientos como Tupamaro y otras organizaciones de izquierda.
Ecarri se asume candidato y está en campaña. Maribel Castillo es precandidata y propone con Avanzada Progresista consenso, encuestas o primarias. Gilber Caro está “en la clandestinidad” y Leocenis Garcia busca proyectarse hablando con factores internacionales.
El resto, salvo Samán, están activos en movilizaciones y actos con la gente. Algunas de estas actividades si no son campaña, “se parecen igualitos”.
Con esto como telón de fondo surgen nombres de personalidades de la política y la comunicación como posibles cartas para tratar de armonizar una plataforma unitaria que se vuelva una opción de triunfo ante el candidato que surja de las primarias del oficialismo.
En diversas reuniones algunos partidos y organizaciones han puesto sobre la mesa nombres como los de Jesús “Chúo” Torrealba y Vladimir Villegas sin que hasta ahora haya algo concreto de las organizaciones que manejan la idea de postular a uno u otro, ni de parte de los aludidos.
Mientras pasan los días las conversaciones se siguen dando a todo nivel, pero el tiempo se acaba y oposición se ve dispersa.
Empiezan a surgir un mar de preguntas y destacan:
¿Hay una verdadera vocación unitaria de los adversarios del oficialismo para vencerlo?
¿Habrá un solo candidato opositor para el Municipio Libertador?
¿Cuántos candidatos terminarán presentándose en Caracas frente al represente del Gobierno?
¿Las direcciones de los partidos y movimientos políticos apostarán por un nombre en el Municipio Libertador que les pueda hacer sombra a los liderazgos que quieren proyectar para 2024?
El escenario político en Caracas es complicado y no tenemos bolas de cristal para ver el futuro, solo tenemos los pies planos para pisar tierra y hacer seguimiento a la coyuntura.
El juego sigue.