La mesa de trabajo facilitada por la OPS sigue congelada. Enrique López-Loyo, presidente de la Academia Nacional de Medicina, explica que ni sumando las vacunas rusas y las que puedan ingresar por el mecanismo Covax se llega a la meta de inmunizar a 70% de la población
Por encima de legitimidades o ilegitimidades la Organización Panamericana de la Salud (OPS) sentó a dos bloques políticos enfrentados para resolver problemas concretos. Dos de ellos: Cómo garantizar equipos de protección personal a las trabajadoras y los trabajadores de la salud, y cómo elaborar un plan de vacunación contra la COVID-19 que cumpla, como mínimo, con los principios de calidad y equidad. Pero todo lo que se había avanzado, como el pago -por parte de Juan Guaidó y la Asamblea Nacional de 2015- del acceso al mecanismo Covax, y el compromiso de un plan -por parte de Nicolás Maduro y el Ministerio de Salud- que garantizara los productos sin discriminaciones de pronto se congeló.
Nicolás Maduro ofreció «petróleo por vacunas» para financiar las inmunizaciones. Pero, tal como se plantean las cosas en el país, parece que se necesita otro esquema: «Palabras por vacunas». Es decir, la decisión que garantice productos para 70% de la población. Ello pasa por un compromiso entre quienes controlan los recursos en el exterior (Guaidó) y quienes controlan el territorio venezolano (Maduro).
El país necesita un acuerdo político serio para el acceso a las vacunas, explica Enrique López-Loyo, presidente de la Academia Nacional de Medicina. López-Loyo señala que ve con buenos ojos el anuncio de la vicepresidenta Delcy Rodríguez de cancelar lo necesario para Covax; sin embargo, acota que la suma de las vacunas de Covax y las Sputnik V que se ofrecieron no alcanza para inmunizar a 11 millones de personas. «Necesitamos más», sostuvo el médico en entrevista con Unión Radio, porque con las cantidades ofrecidas solamente se llega a 38% de la población.
En este momento la mesa técnica auspiciada por la OPS está parada, apunta López-Loyo. No obstante, es posible que este jueves o viernes los sectores vuelvan a reunirse, adelanta.
El hecho de que Maduro y un conjunto de dirigentes políticos resolviera inmunizarse primero que otros sectores priorizados genera desconfianza y atiza la confrontación política. En opinión del dirigente de izquierda Elías Jaua, exministro de la gestión del presidente Hugo Chávez, la vacunación de Maduro podría interpretarse como una forma de inspirar confianza a la gente. Jaua -en entrevista con el portal Punto de Corte- aseguró que lo mismo han hecho otros líderes políticos.
Mientras tanto, empresarios, comerciantes y organizaciones gremiales y sociales demandan ser incluidos en un plan de vacunación nacional. Los transportistas, por ejemplo, han planteado que están en contacto con público; lo mismo argumentan docentes, periodistas y otros sectores. Mas las cuentas de López-Loyo no mienten: ni sumando la vacuna rusa y las vacunas de Covax se llega a la meta.