El Observatorio Venezolano de Seguridad Alimentaria y Nutrición OVSAN, reveló este martes #6Jun los resultados de su más reciente estudio, alerta que cerca del 40 % de las familias venezolanas tiene un consumo «muy pobre» de alimentos
Alberto Rodríguez, representante de la ONG, detalló que según el estudio, realizado en el mes de diciembre en 15 estados del país a más de 2 mil familias, revela cifras dramáticas.
«El 38. 8 % de los hogares consultados estaban en una situación del límite de consumo muy pobre», acotó Rodríguez.
Detalló además que el 42. 1 % de los venezolanos consultados por OVSAN están usando estrategias de afrontamiento.
«Estas estrategia son las que usan los padres de familia para lograr resolver ante la crisis alimentaria, es decir, hacen una comida menos al día, ponen menos porción en el plato o compran y usan alimentos de menor calidad para rendir el dinero», explicó.
Alertó que un nuevo proceso inflacionario desataria una nueva crisis, «muchos viven sobre un hilo, destinan más del 50 % de sus ingresos a alimentación».
Destacó que la encuesta fue realizada en diciembre del año pasado, mes en el que teóricamente la población tienen mayor capacidad de compra.
«En ese mes las condiciones son generalmente favorables, sin embargo el estudio revela que el 38.8 % estaba pasando hambre, imaginen lo que ocurre actualmente», dijo.
«Estamos sobre una bomba de tiempo, el indicador no es bueno, es temible, fíjense que expertos están alertando que vamos de nuevo a hiperinflación y esto va a generar un efecto domino, teníamos el año pasado la esperanza de que el país estaba funcionando pero todo eso era un espejismos», reseñó.
El portavoz de OVSAN calificó igualmente como dramática la situación del agua. Reseñó que solo el 55 % de la población recibe agua por acueducto «de esta población que tiene agua por acueducto solo el 39 % tiene todos los días, un 60 % tiene alguna deficiencia y un 15 % recibe el servicio una vez al mes o casi nunca».
Agregó que el 65 % de los consultados indica que el agua que recibe tiene «color, olor y sabor», un indicativo de que no es de calidad.
Para finalizar argumentó que «el agua no puede tener color y olor, casi dos de tres manifiesta que el agua le llega con color, olor y sabor, lo que es delicado porque el agua es un indicador de pobreza y calidad de vida».