La Misión de Determinación de los Hechos de la ONU para Venezuela, cuyo trabajo fue prorrogado por dos años este viernes en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, denunció que el Estado «intensificó la modalidad más dura y violenta de su maquinaria de represión» para «desarticular y desmovilizar a la oposición».
Venezuela registró en septiembre un total de 131 protestas tanto a favor como en contra de los resultados anunciados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) en las presidenciales del 28 de julio, que otorgaron la reelección a Nicolás Maduro, según datos publicados este viernes por el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS).
El coordinador general de la ONG, Marco Antonio Ponce, indicó a EFE que 105 manifestaciones fueron de la oposición, que exigió también la publicación de las actas electorales, mientras que las otras 26 fueron protagonizadas por simpatizantes del chavismo, en respaldo a la proclamada victoria de su líder.
El activista señaló que el día con más protestas el pasado mes, con un total de 107, fue el 28 de septiembre, cuando el gobernante Partido Socialista Unido (PSUV) y el principal sector opositor -agrupado en la Plataforma Unitaria Democrática (PUD)- se movilizaron para celebrar y rechazar, respectivamente, el controvertido triunfo del oficialista.
Estas manifestaciones representaron el 45 % del total computado en septiembre, cuando hubo 290, una disminución del 29,7 % frente a las 413 registradas en agosto, según el informe publicado este viernes por el OVCS.
En el documento, la organización no gubernamental advierte que la «negativa persistente» de las autoridades a «dar respuestas efectivas a las demandas de la población, incluyendo la entrega de actas sobre los resultados de las elecciones presidenciales, podría intensificar la radicalización de ciertos sectores sociales, exacerbando las tensiones políticas».
La ONG también documentó en septiembre 68 manifestaciones por justicia, por parte de «trabajadores, políticos, defensores y, principalmente, familiares de víctimas de detenciones arbitrarias y criminalización».
Por otra parte, según el observatorio, el mes pasado hubo 43 protestas vinculadas a la exigencia de derechos laborales, como «salarios dignos y beneficios contractuales».
El OVCS considera que, pese a la «constante represión ejercida por el Estado, las protestas continúan siendo un instrumento clave en la exigencia de derechos fundamentales».
En ese sentido, los venezolanos, «enfrentando detenciones arbitrarias, acusaciones infundadas de terrorismo, tratos crueles y amenazas por parte de funcionarios, cuerpos de seguridad y colectivos armados, han mantenido su disposición a manifestarse, utilizando tácticas creativas y movilizándose de manera rápida y estratégica».
Recientemente, la Misión de Determinación de los Hechos de la ONU para Venezuela, cuyo trabajo fue prorrogado por dos años este viernes en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, denunció que el Estado «intensificó la modalidad más dura y violenta de su maquinaria de represión» para «desarticular y desmovilizar a la oposición».