Durante un foro sobre la educación venezolana organizado por Un Nuevo Tiempo los profesores e investigadores Nancy Hernández y Luis Bravo Jáuregui subrayaron que se necesita un acuerdo para sacar el sector del foso
La mejor muestra de lo que pudo ser un año escolar a distancia -como los dos en pandemia- la vivieron los propios organizadores del foro sobre educación celebrado este jueves en la sede nacional de Un Nuevo Tiempo (UNT), en Caracas. La intervención del profesor Luis Bravo Jáuregui, por zoom, sufrió las vicisitudes de la conectividad en Venezuela: se superpuso su voz, se escuchó con eco, se perdió la conexión. Sin embargo, los organizadores y el docente, así como los asistentes, hicieron gala de la resiliencia característica de los venezolanos. Se pudo, entonces, escuchar una de las denuncias de Bravo Jáuregui: Que no se cumplirá con la meta de los 200 días de clases. Esos días están comprometidos, de entrada, porque hay 15 días menos.
En el salón de UNT la profesora Nancy Hernández, integrante de Fenasopadres, pudo hacer una descripción del estado del sistema educativo del país. Hernández también consideró poco probable que las actividades comiencen en el mes de octubre, como está previsto oficialmente.
El foro, organizado por la comisión especial de justicia y paz creada por la Asamblea Nacional de 2015, sigue trabajando en la visibilización de las violaciones de derechos y en la generación de una cultura de paz, destacó Carlos Valero, dirigente de UNT.
Franklin Picone, coordinador nacional del partido azul, recordó que desde hace varios años el Ministerio de Educación no presenta un informe sobre el estado de la educación y subrayó que continúa la opacidad en materia educativa. La educación no es valorada profesionalmente ni socialmente, y por eso los pedagógicos son como cementerios, indicó Picone.
La sociedad, como lo destacó, debe procurar un acuerdo para salvar la educación, y hacerlo por etapas.
Hay una generación completa que prácticamente está perdida, lamentó Valero.
Hernández insistió en que el Programa de Alimentación Escolar, cuando funciona, llega uno o dos años después, o no llega.






