«Carlos Andrés Pérez y Acción Democrática llevaron adelante un proceso ejemplo para el mundo: La nacionalización de la industria petrolera venezolana, hecha realidad por este primer mandatario de la República y la mayoría parlamentaria del Partido del Pueblo», así lo describió el diputado de la Asamblea Nacional y militante de la tolda blanca, Luis Eduardo Martínez.
Citándolo como «uno de los actos políticos más trascendentales en la historia contemporánea de Venezuela», el diputado venezolano enfatizó en que «no se trató únicamente de una decisión económica, sino de una afirmación clara e irreversible del derecho del pueblo venezolano a ejercer control soberano sobre sus recursos naturales estratégicos, frente a décadas de dominación extranjera y subordinación de los intereses nacionales.
En este sentido, detalló al respecto que a diferencia de otros procesos de nacionalización en países productores de petróleo, caracterizados por improvisación, confrontación interna o desestructuración del aparato productivo; la nacionalización venezolana fue el resultado de un amplio consenso político nacional, sustentado en una visión de Estado y en una sólida arquitectura jurídica.
«La creación de Petróleos de Venezuela, S.A. (Pdvsa) constituyó una expresión concreta de esa voluntad política. La empresa estatal se convirtió, durante décadas, en símbolo de capacidad técnica, orgullo nacional y herramienta fundamental para la captación de la renta petrolera en beneficio del desarrollo del país», sumó sobre el importante tema.
En respuesta a las recientes declaraciones del presidente de EEUU, Donald Trump, Martínez subrayó que «la nacionalización permitió que la renta petrolera dejara de servir prioritariamente a intereses foráneos y pasara a financiar políticas públicas, infraestructura, educación, salud y proyectos estratégicos para el desarrollo nacional».
«Este giro histórico -dijo el parlamentario adeco- reafirmó el principio de que el petróleo es un bien colectivo, cuya explotación debe estar al servicio del bienestar social y no de la acumulación externa», destacó.
Asimismo, atribuyó a que el el plano internacional, la decisión venezolana fortaleció la posición del país como actor soberano dentro de la OPEP-hechura en su momento de Rómulo Betancourt y Juan Pablo Pérez Alfonso, líderes de Acción Democrática-, y contribuyó a consolidar una conciencia compartida entre los pueblos productores sobre el derecho inalienable a decidir el destino de sus recursos energéticos.
«Venezuela se erigió así en referente político para otras naciones que aspiraban a romper con esquemas de dependencia y subordinación. Hoy, la nacionalización petrolera sigue siendo un símbolo de dignidad nacional y de ejercicio pleno de la soberanía», precisó.
Para concluir, el dirigente político opositor sentenció que las recientes declaraciones de funcionarios del gobierno de Estados Unidos y del propio presidente Donald Trump sobre la industria petrolera nacional son inaceptables y la demostración, más cierta, de cuáles son las motivaciones reales de la agresión contra el país caribeño.






