Uno de los grupos, el de «los conciliadores», llama a la reconstrucción de AD mediante el nombramiento de una comisión paritaria, que incluya a los sectores liderados por Bernabé Gutiérrez y Henry Ramos Allup. Joel Román y Adnan El Asmar enviaron sendas cartas a Gutiérrez y a Ramos Allup con este propósito
Entre la Acción Democrática (AD) del himno «adelante a luchar milicianos» que marcó la historia venezolana en el siglo XX, y el partido blanco del presente, sin duda que hay un gran trecho.
La judicialización de esta organización política, que llevó a Bernabé Gutiérrez a la presidencia adeca, causó una nueva fractura. No es la primera en las filas blancas, por cierto, que ya pasó por el deslinde de su juventud en los años 60 del siglo XX (que dio paso al Movimiento de Izquierda Revolucionaria) y por la separación del grupo que se fue para crear el Movimiento Electoral del Pueblo (MEP). Pero en esta oportunidad la lucha de liderazgos entre Gutiérrez y Henry Ramos Allup ocurre en una Venezuela golpeada por la emergencia humanitaria compleja, con una crisis de legitimidad del liderazgo político y dos presidencias de la República.

Varias corrientes de AD se han manifestado sobre el proceso interno que debe llevar a la relegitimación de las filas adecas. Contrapunto.com intentó conocer la opinión de los sectores que ejercen la autoridad del partido, con Bernabé Gutiérrez al frente, pero no hubo respuesta favorable.
Otros grupos han expuesto sus opiniones por el medio de comunicación preferido por los venezolanos: los chat de Whatsapp. Este es el caso de «los conciliadores», de los cuales forman parte Joel Román y Adnan El Asmar.

Joel Román afirma que hay un entusiasmo grande para promover elecciones internas transparentes, con garantías; así como el país exige al CNE todas las garantías posibles que establecen la Constitución y leyes «así lo pedimos nosotros».
Tanto Ramos Allup como Gutiérrez, alega Román, están obligados a sentarse, por la militancia del partido y por la situación del país. «Es necesario este reencuentro, porque si no fortalecemos nuestra organización no podemos ser un instrumento de la democracia».

El grupo del cual forma parte había solicitado elecciones con garantías para la militancia. «A raíz de la separación hemos querido mediar, y estamos desde el año pasado escuchando la opinión de otros compañeros; todos se muestran preocupados porque nuestras dos referencias políticas internas hayan caído en posición de descalificaciones, dimes y diretes, y nosotros en el medio esperando que solventen sus diferencias y que volvamos a ser la familia adeca».
Román cuenta que tiene 60 años de militancia en AD, porque comenzó desde la adolescencia en La Pastora. Con el peso de esas seis décadas insiste en una vía para destrabar la crisis: «Que las partes nombren una comisión paritaria en la que estén debidamente representados, y que designen una persona de mutuo acuerdo con las credenciales éticas, morales, ciudadanas y partidistas para que manejen un procerso electoral».
Según la sentencia del tribunal las elecciones «se debieron realizar el año pasado, pero dieron una prórroga hasta el 15 de junio de 2022. Nosotros decimos que deben ser con las máximas garantías, puede ser o no con el CNE, lo que decida la comisión paritaria. Y deben modificar el reglamento electoral para que haya una participación masiva». Así se lograría lo que Román y El Asmar defienden: la paz interna y el fortalecimiento de AD. Incluso, defienden que se mantenga el mismo nombre. Adeco es adeco hasta que se muera. No queremos el cambio de nombre».
En el pasado «AD tuvo varias divisiones, pero en todas esas divisiones siempre hubo quijotes, como nosotros, que salieron a luchar por la reunificación del partido, y lo lograron».
«AD tiene un peso en el país. AD es un sentimiento nacional», aseguran. «La mejor demostración es que donde usted se meta, incluso en el PSUV, sus dirigentes son de AD. Esa gente, por la misma decepción en sus partidos, quiere regresar a AD, y no regresa porque no están dadas las condiciones. Queremos recibirlos con los brazos abiertos a través de un proceso electoral, y que volvamos a ser un partido policlasista».