Gobernaciones y alcaldías están en la lista de las eleciones que están por venir. El Psuv y sus aliados ya tienen su hoja de ruta. ¿Qué pasará con sus adversarios?
El comité de postulaciones para elegir a los nuevos rectores del Consejo Nacional Electoral, comenzó el proceso de conformación de la mano de la Asamblea Nacional electa el 6 de diciembre pasado. Esto implica que sonó el pistoletazo de partida para nueva carrera comicial que comenzó y avanza “a paso de vencedores”.
El tema electoral es una prioridad para el oficialismo y meterá la presión que sea necesaria para acelerar el paso hacia cada una de las “metas volantes” que deben alcanzarse hasta la concreción de las elecciones de gobernadores y alcaldes.
El objetivo es tratar de aprovechar la división opositora, que genera un escenario en donde se hace imposible ponerle freno a sus acciones donde quieren prevalecer liderazgos.
El Psuv y sus aliados construyen una institucionalidad que se imponga por la vía de los hechos. Saca partido de la debilidad de su adversario, copa las instancias de decisión política reales y así se prepara para negociar, cuando sea estrictamente necesario, desde el poder de los espacios conquistados.
Todos pueden
Ya Luis Martínez, electo por AD adelantó que los rectores actuales pueden aspirar a estar en el “nuevo” Poder Electoral lo que parece dibujar una decisión cantada a favor de ellos.
La conformación del CNE no tendrá muchos cambios en la correlación de fuerzas, en función de seguir fomentando dudas sobre el poder de voto. Cuando esto sucede la abstención crece y la base dura del oficialismo termina imponiéndose ante forfeit del adversario que “se niega a legitimar el fraude”.
Es muy probable que desde el chavismo se dirá que ese CNE está bien y podría ratificarlo, mientras que la oposición mayoritaria lo cuestionará.
Una decisión de este tipo le pondrá cuesta arriba la jugada a la oposición que se abstuvo en diciembre y decidiera participar.
El planteamiento táctico del oficialismo es complicarle el discurso ante la gente a la hora de justificar una participación en las elecciones de Gobernadores y alcaldes.
¿Por qué ahora sí y antes no? ¿Qué cambió? Si se fomenta esta duda la convocatoria del voto opositor se vería mermada, sobre todo si no existe una plataforma unitaria.
Esto busca distraer a los esfuerzos del adversario del centro de los problemas y generar aun más divisiones y pases de factura en la pelea por el liderazgo que busca aglutinar a la mayoría del país que, según las encuestas de mayor reputación, repudia la gestión de Maduro en 80%.
La estrategia del poder no se detiene y busca «acumular fuerzas» para tener músculo y sostener sobre el terreno una realidad ineludible con la que se tenga que contar más allá de las consideraciones legales.
Su objetivo es mantener una ventaja en la realpolitik que le dé músculo sobre sus adversarios a la hora de negociar con los factores internacionales, entre ellos la Unión Europea y el Gobierno de Biden que se tomará su tiempo en mirar la carpeta que dice Venezuela en su escritorio.
Parece evidente que el Psuv y sus aliados hacen suya la afirmación de aquella canción infantil que dice “los de a’lante corren mucho y los de atrás se quedarán”.
El escenario está puesto sobre la mesa y en la oposición todavía no hay respuesta. No se puede decir que la discusión no ha comenzado, pareciera que nunca ha terminado.
¿Qué hará el variopinto espectro opositor? ¿Dará las mismas respuestas a los mismos estímulos que genera el chavismo en el poder?
La oposición llamada «blanda» sabe que va a participar, mientras que los «duros» del G4 se resisten a hacerlo. Hay un espectro intermedio que también pide la palabra y exige articulación de los esfuerzos, dejar de lado la soberbia y elevar la discusión en busca de objetivos comunes y superiores a las mezquindades que se plantean en ambos bandos opositores.
Blanca Rosa Mármol de León y Enrique Colmenares Finol, coordinadores del Comité Organizador de la Consulta Popular, alertaron el miércoles sobre «las pretensiones que tienen factores del G4 de participar en las elecciones regionales».
«De manera abierta un grupo de partidos políticos y algunas entidades de la ciudadanía organizada, se han dedicado a la tarea de promover, cada quien por su lado, la participación de la mayoría opositora en la elecciones regionales que ya ha anunciado el Régimen», indica el comunicado con el que hicieron pública su preocupación.
Por su parte un grupo de ciudadanos, dirigentes y analistas que cuestionan la gestión del chavismo emitieron un documento llamado «Volver al voto» en el que señalan que “hay que seguir demandando elecciones libres, justas y transparentes, sin convertir esa demanda, a priori, en un pretexto para no participar”.
Esto ha desatado un debate en la órbita opositora generando apoyos y cuestionamientos.
Habrá que esperar porque no tenemos bolas de cristal para saber el desenlace, solo tenemos los pies planos para hacerle seguimiento a la política venezolana.
El juego sigue.