“Quien ejerce el poder en Venezuela desde el punto de vista material, que es Maduro y su grupo, lo han asumido con mucha torpeza. Cuando no tienes nada que esconder estás siempre abierto a este tipo de visitas», señala el abogado constitucionalista
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) está entre las dos aguas que luchan en Venezuela desde 2019: la del gobierno de Nicolás Maduro y la del gobierno de Juan Guaidó. Guaidó invitó a los comisionados a visitar Venezuela, pero Maduro negó el acceso. Para el abogado constitucionalista Juan Manuel Raffalli Maduro pierde al no permitir el ingreso. “Por supuesto”, afirma, “porque fomenta la opacidad. Da lugar a las presunciones, y más cuando hay tantas denuncias”.
Las misiones de la CIDH son parte del Sistema Interamericano de DDHH, tutelado por la OEA, recuerda Raffalli. “Los países que son parte del sistema deben facilitar las misiones de los órganos cuyo objeto es la defensa de los derechos humanos”.

El gobierno de Maduro denunció “parte de los tratados” pero “no se ha denunciado todo el Sistema Interamericano”, enfatiza. Pero además el abogado insiste en que un solo hombre no debería poder decidir un tema tan importante para el país, por lo que algo así debería ser sometido a consulta popular, ser llevado a un referéndum.
Formalmente “estamos en el ámbito del derecho internacional público; Venezuela como Estado es sujeto del derecho internacional público” y por ello, de conformidad con la Convención de Viena, que rige las relaciones diplomáticas, debe haber una autorización para estas visitas.
¿A quién le corresponde invitar? A la Cancillería, con un Presidente que debe tutelar la política exterior del Estado. Pero en Venezuela “tenemos una situación de erosión de la constitucionalidad en los poderes públicos” que hace que unos países reconozcan a Guaidó, y otros países reconozcan a Maduro.
En ese escenario lo natural sería que la Asamblea Nacional (AN) pueda cursar este tipo de invitaciones, asevera.
Raffalli considera que la CIDH no se va a exponer “a hacer una visita en contra de quien está ejerciendo el poder fáctico, el poder material”, y que probablemente no asumirá el riesgo de vivir algo similar a lo que experimentó en Venezuela José Miguel Vivanco, de Human Rights Watch, o lo que vivió Delcy Rodríguez en España.
“Quien ejerce el poder en Venezuela desde el punto de vista material, que es Maduro y su grupo, lo han asumido con mucha torpeza. Cuando no tienes nada que esconder estás siempre abierto a este tipo de visitas; en la medida en que no quieres que te visite la Comisión, niegues la invitación y te cierres al escrutinio internacional” eso quiere decir “que estás fomentando la opacidad en materia de derechos humanos”.
-¿Le preguntaría a Maduro qué tiene que esconder?
-Claro. ¿Por qué no los deja venir? Si el tema es quien los invitó, cursa tú una invitación en otra fecha, pero haz que vengan.
Al no hacerlo “estás dejando muchísimas dudas en el ambiente”, advierte Raffalli.
Aparte, el abogado recuerda el artículo 23 de la Constitución Nacional, según el cual los tratados y acuerdos internacionales que beneficien el ejercicio de los derechos humanos tienen «aplicación preferente».






